Nueve mujeres españolas, oriundas de la provincia de Ávila, Castilla y León, narran en primera persona su lucha contra el cáncer de mama.
Entrevista realizada a Marisol Manguero Montes, Cristina García Guerrero, Carmen Blázquez, Sonia Rebeca Hernández Riesco, Beatriz Jiménez del Monte, Concepción Velázquez Contreras, María Teresa Jiménez Muñoz, María Jesús García Josefa Aparicio Aparicio, por redacción Revista Ávila en Salud.
Las personas no sabemos lo bien que estamos cuando tenemos salud. No valoramos nada, todo nos parece dado y que siempre será así. Pero después de haber pasado un cáncer, la vida, la salud es lo que más valoras.
- ¿Por qué un ciprés?
Elegir el título del libro fue muy complicado. Imagínate: nueve mujeres, más nuestra editora que fue quien nos sugirió el nombre, que no nos poníamos de acuerdo porque para algunas el ciprés era sinónimo de muerte, les recordaba un cementerio… y nosotras acabábamos de salir de un cáncer. Sin embargo, pudimos darle la vuelta a ese significado porque si lo pensamos bien en realidad un ciprés es vida, fortaleza. Es un arraigo a la tierra de un árbol que siempre está verde, que tiene mucha fuerza.
- ¿Quizás porque, a pesar del paso del tiempo, sus hojas siguen siendo perennes?
Efectivamente. Es un árbol muy alto y que crece recto, siempre hacia arriba. Para nosotras significa la unión entre el cielo y la tierra. Aparte de que nos convencimos tras escuchar la hermosa canción «Flor Prometida», de Luz Casal, que como todos saben superó un cáncer, y que dice en una de sus estrofas: «…ella será tan alta como un ciprés».
- ¿Es de ahí de donde surge el título del libro?
En realidad la idea no surge de nosotras. Quien nos anima es Socorro Hernández, de la Unidad de Oncología del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila quien nos dice que si queremos participar en una serie de relatos. En aquel momento pensamos que se trataría de un folleto para repartir en la Unidad de Oncología, algo sencillo. Pero cuando empezamos cada una a hablar y a contar poco a poco nuestras historias entonces fue cuando se decidió que se publicaría un libro. Lo vimos como algo muy bonito, pero jamás pensamos que iba a llegar hasta donde ha llegado.
- ¿Cuál es el objetivo de estos relatos en primera persona?
Poder llegar a otras personas y decirles que efectivamente del cáncer se puede salir.
- ¿Qué enseñanzas les ha dejado el haber superado el cáncer de mama?
Una nueva oportunidad. Eso es lo que representa el haber superado el cáncer de mama. Salir de él te hace sentirte más fuerte, valorar las cosas importantes de la vida y sobre todo tener muchísimas ganas de vivir.
- Y en todo ese trajín ¿cuál ha sido el papel desempeñado por Socorro Hernández?
«Soco» es todo. Es la madre del proyecto, la que nos ha unido y creado este grupo de chichas tan compacto. Y sigue siendo a la que recurrimos cuando tenemos algún problema
- ¿Cómo valoran ustedes después de esta experiencia el tener salud?
¡Uf! Es que las personas no sabemos lo bien que estamos cuando tenemos salud. No valoramos nada, todo nos parece dado y que siempre será así. Pero después de haber pasado un cáncer, la vida, la salud es lo que más valoras. Pero esto seguramente que pasa tras el cáncer o después de haber sobrepasado cualquier trance porque te das cuenta de que antes sí estabas bien y en ese momento en el que estás enfermo deseas con todas tus fuerzas volver a estar como antes.
- Entonces podríamos decir ahora que sus vidas se escriben con mayúsculas…
Por supuesto. ¡Con mayúsculas y en negrita!
- La obra se compone de varios relatos que describen al detalle el proceso de cada una hasta llegar a superar la enfermedad ¿fue duro escribirlos al rememorar cada momento de esos procesos de lucha?
Fue muy duro. Alguna de nosotras se ponía delante de la pantalla del ordenador y no lograba sacar nada porque recordar, por ejemplo, la quimioterapia y lo mal que se pasa en esos días, es verdaderamente duro. Era como rememorar todo lo malo de aquel proceso, una experiencia que habías guardado en una cajita con llave, la que te resistías a abrir pero que finalmente tiene que ser descubierta para sanar las heridas del alma. El estar juntas nos ayudó a sacar todo eso afuera, y fue entonces, tras varios meses de lucha interna con nosotras mismas (porque incluso alguna de nosotras dejó de escribir un tiempo porque no podía con lo difícil que le resultaba recordar) cuando entendimos que lo que estábamos preparando era algo bonito. En ese momento es cuando cambiamos y empezamos a escribir relatos bastante más positivos, que sirvieran de verdad para dar esperanza. Algún relato está escrito con bastante humor, porque la idea era precisamente esa, la de transmitir que del cáncer se puede salir porque la mitad de esta enfermedad es el ánimo y las ganas de vivir.
- El cáncer de mama es el que mayor sensibilidad social despierta ¿han sentido apoyo? ¿les ha ayudado de alguna manera esa sensibilidad social?
Por supuesto. Tenemos que agradecer en ese sentido a muchas personas que se han volcado con nosotras: familia, amigos, gente que nos ha conocido durante el proceso o después… El personal sanitario que nos ha atendido ha sido maravilloso, nos han ayudado de una manera impresionante. En Ávila somos, verdaderamente, unos privilegiados porque tenemos una Unidad de Oncología con excelentes profesionales que además de eso son muy buenas personas. Por eso nuestra unión con Socorro Hernández. Hay gente tan maravillosa a la que guardamos mucho cariño porque siempre nos sacaban una sonrisa en medio de las tribulaciones. Nosotras tenemos que agradecer desde a los que componen el personal de la limpieza hasta a los médicos, pasando por las celadoras y todo el personal de enfermería. De verdad que les damos las gracias.
- ¿Ustedes son las autoras y a la vez protagonistas del libro, después de haber pasado por ello ¿cambiarían alguna de esas dos visiones?
No quisiéramos volver a ser protagonistas, aunque si lo vemos como nuestra historia particular, contar lo positivo de cada una, pues entonces sí que volveríamos a ser protagonistas porque nuestra historia sirve para ayudar a otros. Del lado del lector puedes ver lo que te está queriendo contar el escritor. Tienes la suerte de ver y conocer, además de lo que tú misma estás contando, lo que el otro puede recibir. Es muy buena experiencia tanto el escribirlo como el leerlo, porque al ser relatos tan personales es una magnífica experiencia. Vemos en esto un equilibrio. Es una parte de cada cosa.
- Consideran que su experiencia puede servir a otras personas?
Si, por supuesto. Pero a ello tenemos que agregar que la lectura del mismo ha generado distintas reacciones en los lectores: de aquellos que se han terminado el libro del tirón porque tenían la necesidad de conocernos cada vez más, hasta los que han tenido que dejarlo en el primer capítulo porque no podían aguantar, lloraban o se les hacía un nudo en el estómago. Por eso pensamos que cada persona necesita encontrar su momento para leer este libro, porque, como decimos, son historias tan personales que te llevan a experimentar en carne propia lo que han padecido otros.
- Han vuelto a nacer… ¿Cuál es su edad ahora?
No creemos que hayamos hemos vuelto a nacer, simplemente hemos tenido una nueva oportunidad. Pero alguna de nosotras cuenta su segundo cumpleaños (entre risas).
- Habéis dispuesto que el dinero que se recaude vaya destinado a la investigación.
Sí, lo donamos íntegramente al Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca. A día de hoy hemos logrado recaudar unos 35.000 euros que servirán para continuar con las investigaciones de ese centro tan vital para la vida de muchos pacientes.
- ¿Qué planes de futuro tienen? ¿Cuál es su objetivo inmediato?
Nosotras no tenemos futuro… porque vivimos el presente.
De todas formas queremos seguir contribuyendo con la venta del libro a la investigación contra el cáncer. Ahora, éste último fin de semana de septiembre hemos sido participes de la Ruta Teresiana «De la Cuna al Sepulcro», en honor a Santa Teresa de Jesús, y que va desde Ávila hasta Alba de Tormes. Ese gesto lo repetiremos este primer fin de semana de octubre.
Entrevista publicada por Revista Española Ávila en Salud, en colaboración con Diario Despertar y Senología GG.
Puede acceder a la revista en www.emstore.es