Cuatro innovaciones en la lucha contra el cáncer

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La caracterización del cáncer y la búsqueda afanosa de tratamientos para combatirlo sin causar nuevos daños al sistema inmunológico son algunos de los temas que más preocupan hoy a la ciencia médica, y aunque es mucho lo que falta por recorrer para alcanzar un consenso científico entorno a la materia, lo cierto es que día a día se busca innovar con tratamientos o dispositivos que permitan al paciente tener una mejor calidad de vida.

Así, en medio del foro de Biotecnología en Hematología y Oncología INNOV AMGEN, realizado recientemente en Cartagena, se presentaron líneas de tratamientos en medio de la lucha contra el cáncer, una preocupación mundial si se tiene en cuenta que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 8,2 millones de personas murieron en 2012 debido al cáncer en el mundo y que América Latina y el Caribe aportaron el 47% de esos casos, que equivale a 1,3 millones de muertes.

Mieloma Multiple

Junto con las leucemias y los linfomas, el mieloma múltiple (MM) es uno de los principales tipos de cáncer en la sangre. La incidencia mundial de esta enfermedad varia de 1 a 5 personas por cada 100.000 individuos cada año y la tasa de mortalidad es de 33 por cada 100.000 individuos.

Esta enfermedad ha sido una de las preocupaciones de la comunidad científica puesto que hasta el momento se considera un cáncer incurable, los pacientes que responden al tratamiento, que incluye quimioterapia y en algunos casos trasplante de células madre, tienen recaídas fuertes en medio de la enfermedad, requiriendo paulatinamente diferentes líneas de tratamiento que a nivel mundial y hasta el año 2006 no existían.

La innovación en esta área corre así por cuenta de un medicamento que fue aprobado por las FDA (entidad encargada de la regulación de los medicamentos de uso humano y veterinario, vacunas y otros productos biológicos) en 2012 y que se convierte así en una novedosa opción terapéutica para los pacientes con mieloma múltiple.

Explica en términos más sencillo es el doctor Ruben Niesvizky oncólogo, hematólogo y director del Multiple Lyeloma Center del Hospital Presbiteriano de Nueva York, que las células cancerosas en esta enfermedad no tienen la capacidad de recuperarse fácilmente ante el exceso de proteínas “basura” que ya no necesita, por lo que la célula termina “suicidándose”.

“Con la llegada del siglo XXI se reconoció que ciertas vías metabólicas en la células del mieloma eran muy importantes para la supervivencia de estas células malignas. Así se logró determinar que si se podía controlar cómo estas células operan las proteínas podríamos manejar este “metabolismo”.

“Las células del mieloma son una fábrica de producción de proteínas, es así como este medicamento marca las que deben ser desechadas. Así mismo potencia un «cesto de basura» que se llama proteosoma cuya función es capturar esto que hemos marcado y lo destruye. Pero además recicla lo que sí pueda llegar a servirle al cuerpo posteriormente”, añade Niesvizky.

Cáncer de mamá

El cáncer de mamá sigue siendo uno de los más frecuentes en nuestro país. Según estudios científicos, más de 8.600 nuevos casos serán diagnosticados este año y de estos cerca del 30% de los pacientes fallecerán.

Pero, entre muchas otras cosas que pocos conocen sobre el cáncer de mamá, está que entre un 65% a 75% de las mujeres con éste presentan metástasis en el hueso, convirtiéndose en el sitio preferente de expansión tumoral en este tipo de enfermedad.

Lo nuevo en esta área es una opción de última generación diseñada específicamente para manejar las complicaciones óseas en pacientes con cáncer de mamá, próstata y otros tumores sólidos, con eficacia superior y con una menor cantidad de eventos adversos frente a otras terapias existentes.

Se trata así, tal como explica otro de los expertos invitados al foro, de “un nuevo agente monocromal que, en palabras sencillas, lo que hace es desactivar el metabolismo óseo. Esto acompañado de inhibidores que hacen que la terapia hormonal funcione mucho mejor, constituye una gran innovación para los que sufren metástasis ósea (…) adicionalmente, a diferencia de otros tratamientos que deben ser administrados vía intravenosa, este agente es a través de inyección y mucho más poderoso”.

Nuevo dispositivo

Desde hace unos 20 años, la comunidad científica se ha enfocado, además, en una estrategia centrada en el cuidado del paciente. Si bien existen muchos intentos por frenar el cáncer de raíz, la preocupación también está dirigida en mejorar la calidad de vida de las personas cuya enfermedad ya se encuentra avanzada.

El doctor Roberto Baquero Nieto, médico cirujano y epidemiólogo, señala que con la enfermedad del paciente también viene otra “dolencia” en la familia, pues debe lidiar con un sistema de salud tortuoso y muchas veces insostenible. Así uno de los primeros objetivos es que el paciente y la familia vuelvan rápidamente a ser productivos, y esto se logra dándole acceso a nuevas tecnologías que faciliten la vida de ambos.

Pensando en esto, se creó un dispositivo electromagnético de unos 8 x 8 centímetros que suministra un medicamento que generalmente se da a los pacientes con cáncer 24 horas después de haber sido sometidos a la quimioterapia. El aparato permite que el paciente no tenga que trasladarse nuevamente al centro médico, sino que, automáticamente, con solo pegarlo en el lugar indicado con un adhesivo que viene incluido en éste, inyecta el medicamento que evita que el paciente desarrolle neutropenia febril.

Anemia

La anemia se da cuando un paciente reporta niveles bajos de glóbulos rojos que contiene la sangre o el nivel de hemoglobina. Esta patología tiene unos agravantes importantes en los pacientes con cáncer, ya que la debilidad del paciente, afecta directamente el estado de ánimo, la vitalidad, produce fatiga y disminuye drásticamente su calidad de vidadado su impacto en las frecuencias y eficacia de la quimioterapia.

En medio del foro presentado por Amgen se habló del lanzamiento en Colombia de un tratamiento para la anemia sintomática en pacientes adultos sometidos a quimioterapia, sin intensión curativa, el cual puede aumentar la hemoglobina a un nivel óptimo evitando o disminuyendo la necesidad de transfusiones de sangre en el paciente oncológico.