Treinta de Mayo del año 1961, Hombres de Pantalones

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El martes 30 de mayo del año 1961 un grupo de hombres de verdad, decidieron ponerle fin a las barbaridades de un hombre deshonesto engendro del infierno Rafael Leónidas Trujillo Molina, quien en su mente se forjó la idea de que estaba por encima del bien y del mal, violaba, robaba, mataba, destruía, abusaba del poder, manejaba las leyes  a su antojo y creaba leyes para sí mismo y beneficio de su familia, controlaba todo, sin saber que todo tiene un límite cuando los hombres de verdad deciden ponerle fin.

Ese día sagrado de la muerte necesaria de un político enfermo de poder y control,  tenía que llegar y para ellos eran necesario Antonio de la Maza, Juan Tomás Díaz, José Manuel (Tunti) Cáceres, Roberto Pastoriza, Luis Amiama Tio, Amado García Guerrero y el general Antonio Imbert Barrera y otros que participaron en el mejor plan que historia alguna pueda reconocerle a hombre humanos, la muerte del burlón.

Ahí había participantes de las provincias de Moca, la Altagracia, Puerto Plata, Santo Domingo, San Cristóbal, desde Francia, San Pedro de Macorís, quienes juntaron sus ideales y decidieron morir peleando  posterior  a la afortunada muerte, para que la sociedad dominicana posterior no se deje subyugar desde el poder en base a chantaje y engaño.

Esa noche fue la noche más sagrada para la nación dominicana, pues ese hombre muerto merecía ese tipo de cena, brindada por hombres dispuestos a lo que sea, ¡y eso es valor de verdad!, y ejemplo para las futuras generaciones, pues en el continente americano algunos hombres creen que las naciones que presiden son de su propiedad personal y de sus familia, maltratando abusando y creando presos políticos a su antojo.

A penas han pasado algunos años y al parecer los malos dominicanos, lava saco, materialistas y traicioneros de la patria, ahora auspician  a un nieto de Trujillo, quien se hace llamar  Ranfhy  Trujillo, que ante las debilidades políticas, la corrupción y engaño del poder sembrado por los partidos políticos actuales, intenta penetrar a la sociedad dominicana, mandando con el nombre asumido un mensaje subliminar como quien dice ¨soy un Trujillo y ustedes saben para lo que yo doy¨ a lo que se le debe responder ¨somos dominicanos estamos aquí, no aceptamos opresión, el ejemplo es Trujillo Molina¨

Es evidente que desde el poder político se intenta desviar la realidad de la democracia, dejando que un Trujillo venga al país, y aun no está preso junto con los que los auspician, siendo mencionado en algunos casos penales, ya debió estar en la victoria, pero se le permite la libertad como si fuera proveniente de una familia sana y digna de recordar.

No existe la menor duda de que cada época y sociedad genera sus propios demonios, tiranos y abusadores del poder, pero tampoco debe existir duda de que esa misma sociedad genera los pensadores, hombres y mujeres de valor, dispuestos a repetir la hazaña del 30 de mayo del año 1961, en caso de que fuera necesario tomar una medida tan extrema.