Todo ser humano a lo largo de su vida, debe enfrentarse al duelo…

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Dr. Iván Legascue de Larrañaga.
Revista Ávila en Salud.

Es sabido que todo ser humano a lo largo de su vida se encontrará, inevitablemente, atravesando en algún momento una situación de duelo. Por lo tanto, es importante recalcar que no sería razonable considerar el mismo como una enfermedad en sentido estricto. Se trataría más bien de un proceso de progresiva adaptación emocional que se presenta tras una situación cualquiera que es vivenciada por el paciente como una pérdida. Con esto último queremos remarcar que no sólo estaríamos hablando de la consecuencia directa del fallecimiento de una persona cercana, como habitualmente se piensa. Podría por ejemplo tratarse de la pérdida de un empleo, de una posición o rol social determinado, de un bien material muy apreciado, de la pérdida de una relación de pareja, etc…

Por lo tanto, es importante que quede claro que en general el duelo en si no constituye una patología que necesite ser tratada médicamente. Sin embargo, en ocasiones la elaboración del mismo no es la apropiada. En estos casos los síntomas del espectro depresivo persisten en el tiempo y llegan a cronificarse, o bien adquieren una intensidad que parece a todas luces excesiva. Es en estos casos cuando valoramos la posibilidad de encontrarnos ante el llamado duelo patológico o duelo complicado.

Es evidente que estas formas atípicas de duelo causan una sensación subjetiva de sufrimiento muy marcada, que puede llegar a influir notoriamente en las actividades de la vida diaria. En estos casos, los familiares u otras personas cercanas nos suelen manifestar en la consulta que el paciente no logra ser capaz de “aceptar” plenamente la pérdida y que es por ello que le resulta imposible seguir adelante con su vida sin una ayuda externa, como podría en este caso ser el tratamiento médico.

En no pocas ocasiones, los bienintencionados intentos de quienes rodean al enfermo de fomentar el afrontamiento de un proceso de duelo pueden llegar a ser incluso contraproducentes. Es fundamental que la intervención terapéutica se lleve a cabo en forma prudente, haciendo especial hincapié en el aspecto emocional (a través de la expresión y verbalización de sentimientos, regulación afectiva, etc…), basándose en intervenciones estandarizadas y respaldadas por la evidencia científica, favoreciendo el desarrollo de estrategias de afrontamientos eficaces. Está claro que estamos ante un tema complejo, sobre el que mucho se ha escrito e investigado. Es así que en las próximas entregas iremos adentrándonos de manera más específica en aspectos relacionados con el duelo patológico y en el abordaje terapéutico específico ante estas situaciones.

Artículo publicado por Revista Española Ávila en Salud, en colaboración con Diario Despertar. Puede acceder a la revista en http://www.emstore.es