Sin medias tintas, Macri marca la cancha en el primer mes como presidente de Argentina

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BUENAS AIRES. Con un mes en el poder, Mauricio Macri dio vuelta la economía y política de Argentina: tomó medidas por decreto para eludir un Congreso opositor, lidió con inundaciones históricas y una fuga cinematográfica de tres sicarios, sin perderse 10 días de vacaciones en la tranquila Patagonia.

El expresidente del club de fútbol Boca Juniors empezó con medidas de impacto económico para reconquistar los mercados, alejados de la tercera economía de América Latina tras el intervencionismo estatal de sus antecesores Néstor y Cristina Kirchner.

Lejos de la tibieza que prometía la “revolución de la alegría”, slogan de la campaña de su alianza de centroderecha Cambiemos, Macri arremetió contra emblemas de la gestión kirchnerista que gobernó 12 años Argentina hasta el pasado 10 de diciembre.

Con un gabinete de perfil empresarial, eliminó y redujo impuestos al poderoso sector del campo, levantó las restricciones cambiarias con la consecuente devaluación del peso y se abrieron las importaciones.

En un clima de aparente calma social, en pleno periodo de vacaciones de verano austral, pero arrinconados por una economía en freno y un 7% de déficit fiscal, 2016 se estrenó con despidos y sin renovación de miles de contratados en el sector público, la mayoría “militantes kircheristas”, según el gobierno.

Los halagos a las medidas macroeconómicas fueron unánimes en el mundo financiero. Los exportadores comenzaron a liquidar sus stocks de granos y el Banco Central inició una lenta recuperación de las reservas.

Pero también se hicieron sentir sus detractores. Las marchas contra los ajustes, decretos y despidos del gobierno que llegó al poder con el 51% de los votos empezaron siete días después de la asunción y no han cesado.

El sociólogo Enrique Zuleta Puceiro, director de la consultora OPSM, dijo que el gobierno empezó seleccionando “un grupo de temas que pueden ser controversiales pero convencidos de que cuentan con el apoyo mayoritario y una resistencia mínima”, declaró a la AFP.

“Aprovechan el verano, el Congreso cerrado” pero “62% apoyan el gobierno y 65% cree que va a salir bien. La expectativa es positiva pero no es un crédito abierto”, indicó el sociólogo.

Sin medias tintas, Macri marca la cancha en el primer mes como presidente de Argentina