Se reduce en 34 minutos la duración de los partidos en la pelota otoño-invernal

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SANTO DOMINGO. A Manny Acta le agrada, para Félix Fermín es una “porquería” y Audo Vicente cree que resta espacio al desarrollo del talento local. Pero las estadísticas de los primeros 25 partidos del campeonato dan la razón a Liga Dominicana de Béisbol (Lidom) con limitar a 40 el número de jugadores que los equipos pueden utilizar a la semana. La ecuación demuestra que a menos lanzadores por choque los juegos son más rápido.

La media de duración de los partidos hasta la jornada de ayer llegó a dos horas y 50 minutos (2.50), una reducción de 34 minutos con relación a los primeros 25 choques del torneo pasado cuando alcanzó las 3.24.

Los datos recopilados por DL del portal mlb.com (que desde 2006 compila las informaciones de cada partido y la transmite en tiempo real) dan cuenta de que los juegos disputados hasta ayer duraron un total de 71 horas y 11 minutos, mientras que la misma cantidad del pasado torneo alcanzaron las 81.15.

El tiempo no incluye las demoras en los partidos por la lluvia.

“La disposición se adoptó con el propósito de reducir el tiempo de los partidos y está dando resultados según se ha evidenciado. Vamos a ver si sigue así”, dijo a DL el titular de la Lidom, Leonardo Matos Berrido, que reconoce la medida no tuvo consenso. Casi la mitad de los encuentros (12) no superaron las tres horas.

En los primeros 25 choques de la 2014-2015 los equipos apelaron a 346 pitchers, una media de 13.8 por encuentro. En esa misma cantidad de choques del curso actual el número ha caído a 294, es decir, 11,7 brazos por juego.

“Lo que es igual no es ventaja, la regla rige para todos los equipos, no tiene porqué beneficiar a unos. También algunos se quejaban de los sorteos de novatos y miren lo que ha pasado, ha equilibrado los seis equipos, ha sido una medida muy buena para el campeonato”, dijo Matos, que confirmó la decisión se tomó a raíz de los resultados de la encuesta que encargaron a la Gallup para mejorar el espectáculo.

El número de lanzadores utilizado puede dar una señal de cómo impacta en el tiempo de los partidos. En los primeros 25 choques de la 2014-2015 los equipos apelaron a 346 pitchers, una media de 13.8 por encuentro. En esa misma cantidad de choques del curso actual el número ha caído a 294, es decir, 11,7 brazos por juego.

En un encuentro entre los equipos macorisanos en el Julián Javier el 28 de octubre de octubre de 2014 subieron al montículo 18 lanzallamas, 10 de ellos de la novena local. No hubo en el tramo medido un solo choque en el que no hubiesen cifras dobles de pitchers. La mayor cantidad en lo que va de la zafra actual es 15 en el Licey-Águilas en 10 entradas el miércoles 21 pasado.

“Eso no sirve pa’ na. Eso no le puede sumar al torneo, porque eso es dejar fuera a cinco jugadores por cada equipo en un país que tiene 600 jugadores”, opina Félix Fermín.

El Estrellas-Águilas del 17 del corriente mes transcurrió en 2 horas y 34 minutos como el más corto de nueve entradas, mientras que el Estrellas-Toros del día 18 se tomó 3.59 para el más largo. Un Gigantes-Estrellas de 2.45 fue el más rápido del pasado año y un Gigantes-Escogido de 4.23 el de mayor duración.

“Si vas a utilizar 10 pitchers los pones en el roster de 25 como quiera. Eso es una excusa barata. Si quieren que los juegos sean más rápidos que le quiten tiempo a la televisión”, le dijo Fermín al programa Grandes en los Deportes (Escándalo 102.5 FM) la semana pasada.

Los juegos del Licey y Escogido tienen una pausa de dos minutos y medio entre entradas por compromisos televisivos.

“Eso no sirve pa’ na. Eso no le puede sumar al torneo, porque eso es dejar fuera a cinco jugadores por cada equipo en un país que tiene 600 jugadores. No les puedes quitar la oportunidad a jugadores que pueden estar en roster mostrándose. Eso es una porquería, tienen que quitarlo. En Venezuela hay menos jugadores que aquí y juegan 28”, dijo Fermín.

José Mallén, presidente de las Estrellas Orientales y vicepresidente de la Lidom, tampoco comparte el cambio de roster cambiados todos los días por una cantidad limitada a la semana.