RECOMENDACIONES DIETETICAS EN PACIENTES ONCOLOGICOS

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Por: Ana Muñoz Moreno, Revista Ávila en Salud

En este artículo vamos a tratar algunos puntos sobre la nutrición en los pacientes con cáncer, dado que existe una alta prevalencia en la dificultad para estos pacientes de mantener un estado nutricional adecuado. Tanto el desarrollo de la enfermedad como el tratamiento pueden dar lugar a un estado de desnutrición que afecta a su calidad de vida y supervivencia.
Las causas de la desnutrición puedes estar relacionadas con el tumor, con el paciente o con el tratamiento.

Algunas de las recomendaciones nutricionales en función de las alteraciones que sufra son:

FALTA DE APETITO (ANOREXIA).
Realizar comidas pequeñas y frecuentes, en platos grandes. Preparar un único plato con alimentos variados, de diferentes texturas y colores y con nuevas recetas. Limitar los líquidos durante las comidas para evitar la sensación de saciedad. Tomar alimentos ricos en calorías y de poco volumen (flanes, helados, natillas, arroz con leche, batidos caseros elaborados con leche, nata, cacao o frutos secos, pastas, patatas, aceite de oliva…), evitando los alimentos muy grasos, flatulentos y de fuerte olor. Evitar las frutas enteras y tomar preferentemente zumos naturales o frutas licuadas. Enriquecer los platos para que tengan el máximo de nutrientes añadiendo queso rallado, huevo duro, legumbres, atún, frutos secos, jamón, etc. Las frutas ácidas, la limonada o el sorbete antes de comer estimulan el apetito, así como un paseo previo. Se recomienda un buen ambiente familiar y que el paciente este distraído. Si se despierta durante la noche, aproveche para tomar líquidos nutritivos (leche, zumos, batidos, yogur líquido).

ALTERACIONES DEL GUSTO
Es habitual sentir un “sabor metálico” sobre todo tras la ingesta de alimentos proteicos. Se aprecian menos los sabores amargos y más los sabores dulces. Se recomienda una higiene bucal estricta, masticar chicle con menta, chupar trocitos de hielo, enjuagarse la boca con frecuencia con agua con limón, un sorbete frío o con bicarbonato para disminuir el mal sabor de boca. Beber té con menta o limón o comer regaliz suprime el sabor metálico. Utilizar cubiertos de plástico y cocinar con utensilios de madera. Preparar comidas atractivas a la vista y el olfato, evitando alimentos con olores fuertes (coles, marisco, cebolla, ajo, vinagre, café). Evitar las carnes rojas (vaca o buey) sustituyéndolas por carne de ave, pescado o huevo. Utilizar especias (perejil, laurel, tomillo, ajo, cebolla, etc.) o salsas agridulces o de limón para modificar los sabores. Tomar preferiblemente platos templados o fríos y cocinados al microondas, hervidos o al papillote porque desprenden menos olores. Evitar fumar y los malos olores.

NAUSEAS Y VÓMITOS
Las primeras horas del día son ideales para hacer la comida principal, por lo que se recomienda realizar un buen desayuno. Mantener un horario reglado y realizar comidas frecuentes y de poco volumen. Comer lentamente, masticando bien y no tumbarse como mínimo hasta 1h después de haber comido. Mantener el ambiente fresco, bien ventilado y libre de olores (evitar los olores fuertes). Los alimentos secos y crujientes (galletas, palitos de pan, tostadas o bocadillos) se toleran mejor. Limitar la ingesta de líquidos durante las comidas. Tomar alimentos a la plancha o al vapor y con poca grasa como el pavo, pollo, pescado blanco. No intentar la ingesta de los alimentos preferidos durante esta fase para evitar rechazarlos posteriormente. No mezclar frío y caliente en la misma comida y tomar mejor líquidos fríos. Las bebidas carbonatadas, tomadas a pequeños sorbos, facilitan la digestión (bebidas de cola, gaseosa, agua con gas…). Comer antes de tener hambre ya que el hambre potencia las nauseas.

DIARREA
Se recomienda una dieta pobre en residuos y líquidos en abundancia (1,5-2 litros al día de agua, infusiones suaves, caldos desgrasados…) durante todo el día, pero siempre en pequeñas cantidades. Evitar el café, el chocolate, el alcohol, los lácteos, las especias, los alimentos con alto contenido en fibra, los muy flatulentos y los muy grasos. Tomar los líquidos y los alimentos a temperatura ambiente ya que los muy calientes o muy fríos agravan la diarrea. Se toleran mejor los alimentos cocinados a la plancha, al horno, al microondas o hervidos. Tomar líquidos y comidas astringentes como el té, zumo de limón, manzana rallada, plátano maduro, pera madura, membrillo, puré de patata, zanahoria, arroz hervido, etc.

ESTREÑIMIENTO
Se intentará evitar con una correcta hidratación, un mínimo de 1,5-2 litros al día, dieta rica en fibra (pan y cereales integrales, verdura, fruta como kiwi y ciruelas, legumbres, frutos secos). Evitar alimentos astringentes como el plátano, membrillo, té, canela, etc. Aumentar la movilidad y la actividad física especialmente por la mañana y después de las comidas para potenciar una mayor movilidad intestinal.

MUCOSITIS O ESTOMATITIS
Es la inflamación de la mucosa del aparato digestivo. Mantener una buena higiene bucal, utilizando cepillo de dientes suaves y enjuagándose la boca a menudo. Tomar preferiblemente alimentos con texturas suaves (añadir salsas o cremas suaves a las carnes y pescado) y fríos, evitando los alimentos irritantes, los ácidos, los secos y fibrosos. Los alimentos triturados se comen con mayor facilidad. Tomar líquidos frecuentemente, evitando bebidas con gas y alcohólicas.

SEQUEDAD DE BOCA (XEROSTOMÍA).
Se debe mantener una buena higiene bucal, enjuagándose a menudo la boca con líquido abundante. Se aconseja tomar líquidos frecuentes y derretir en la boca cubitos de hielo elaborados con zumo de fruta ácida o infusiones de menta y masticar chicles. Humedecer los labios antes de comer, masticar pequeñas cantidades y dar pequeños sorbos de agua durante la comida. Añadir salsas, mantequilla, yogur o caldo a los alimentos para que se humedezcan. Aliñar con vinagre o zumo de limón y tomar frutas ácidas.

DIFICULTAD PARA TRAGAR (DISFAGIA)
Elegir texturas blandas como pudin, puré, crema, flanes o helados. Añadir leche en polvo, clara de huevo, maicena o galleta triturada si la dificultad se presenta con los líquidos, para espesarlos. Tomar alimentos a temperatura ambiente. Evitar alimentos ácidos, ásperos, con espinas o pequeños huesos, así como los empalagosos (chocolate, puré de patata, pan de molde) o los que se rompen en trocitos al masticarlos (frutos secos, patatas fritas, galletas). No hablar mientras se come.
MOLESTIAS GÁSTRICAS

Evitar alimentos de digestión lenta y pesada (verduras, legumbres y ensaladas. Las legumbres se toleran mejor en puré). Utilizar formas culinarias sencillas como la plancha o hervidos y alimentos de fácil digestión, sabor suave y que se mezclen fácilmente (pasta, arroz, cremas, pudin).

Llevando a cabo estos consejos puede controlar, en cierta medida, las molestias. No obstante, si considera que no es suficiente y continúa con molestias e incapacidad para mantener una correcta nutrición, siempre contará con el equipo de oncología y atención primaria para plantear nuevas recomendaciones, el uso de medicamentos u otras alternativas.

Artículo publicado por Revista Española Ávila en Salud, en colaboración con Diario Despertar. Puede acceder a la revista en www.emstore.es