Pobreza extrema caería a 5.2% al cierre de 2015

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SANTO DOMINGO. La República Dominicana logró importantes avances en las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) decididos por la Organización de las Naciones Unidas en 1990, destacándose la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, la cobertura de la educación y la reducción del contagio del VIH-Sida, según una nota del Ministerio de de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD).

“La meta era reducir la incidencia de la pobreza extrema a 5.4% de la población. Se proyecta que la meta será alcanzada en 2015 con un valor de 5.2%. Esto, a pesar del revés social que produjo la crisis financiera del 2003, que elevó la pobreza extrema hasta un 16.6% en 2005”, explica el documento del MEPyD.

En tanto que la tasa de matriculación neta ajustada en la enseñanza primaria pasó de 93% (2000) a 97% (2015)

Con relación a la subnutrición infantil, la FAO estimó que se logró en 2011 y hoy se puede afirmar que “la meta ha sido cumplida con holgura, bajando la incidencia de la población dominicana subnutrida desde un 34.4% (1991) hasta 12.5% (2014)”, mientras que la proporción de niños y niñas menores de cinco años con peso inferior al normal se redujo de 10.4% en 1990 a 5% en 2013.

La tasa de matriculación neta ajustada en la enseñanza primaria pasó de 93% (2000) a 97% (2015), en tanto que el porcentaje de estudiantes que inician el primer grado y llegan al último grado de educación básica registró un aumento sustancial, pero insuficiente para lograr la meta de universalización. Este porcentaje midió 53% (2000) y se proyecta que concluirá 2015 en 84.6%.

“El Índice de Paridad de Género (IPG) en la enseñanza primaria, calculado a partir de la tasa de matriculación neta ajustada de básica (de seis a 13 años), se mantuvo en 1.01 durante todo el período de vigencia de los ODM”, explica el documento, que agrega que “ se considera alcanzada la meta establecida de paridad de género en cada uno de los niveles de enseñanza, al propio tiempo que se plantea el desafío de enfrentar la brecha emergente desfavorable al sexo masculino, la cual se amplía en los niveles de media y superior”.