Petrobras registra pérdidas históricas en medio de la corrupción

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La petrolera estatal brasileña, cuna del mayor escándalo de corrupción del país, reconoció este lunes pérdidas récord en el ejercicio de 2015, de 34.800 millones de reales (cerca de 9.660 millones de dólares). El resultado, inesperado por los analistas, es aún peor del que presentó en 2014, cuando registró 21.600 millones de reales en pérdidas, tras asumir que la corrupción había dejado un agujero en sus cofres de 6.2000 millones de reales. El resultado es el peor ya registrado en un año por una empresa de Brasil tanto privada como pública.

La compañía, que solo prevé una situación más sólida en cinco años, justifica los malos resultados principalmente por la caída del precio medio del barril de Brent, referencia internacional para los operadores de petróleo, que pasó de valer 98,99 dólares en 2014 a 52,4 dólares en 2015. La brusca depreciación del real –48,3%– frente al dólar, divisa en la que la compañía tiene la mayor parte de su millonaria deuda, empeoró aún más el escenario. Petrobras también sufrió las consecuencias de la decisión de las tres principales agencias de riesgo, a partir de septiembre de 2015, de reducir el grado de inversión de Brasil. Desde entonces, la compañía paga más para captar financiación en el mercado para emprender o continuar sus proyectos.

A pesar de no tener capacidad para pagar dividendos a sus accionistas ni bonos a sus empleados, el equipo directivo se empeñó durante la presentación en mostrar cierto optimismo. Los resultados llegan en pleno plan de desinversiones de 98.400 millones de dólares para el período 2015-2019. La millonaria venta de activos tiene como objetivo reducir su deuda, su talón de Aquiles, generar más liquidez en caja y enfrentar la crisis en la que está sumergida la compañía. Cuestionado sobre si la crisis política, que tiene el país paralizado, puede afectar esos planes, el presidente de la compañía Aldemir Bendine, lo negó. “[La crisis política] no influencia si tienes el activo de interés del inversor. Al inversor lo que no le gusta es la ruptura de contrato. No creo que la crisis tenga impacto. Puede atrasar [las operaciones] quizá desde el punto de vista del negocio”, dijo el ejecutivo.

Bendine, que tomó posesión de su cargo en febrero de 2015 y presentaba este lunes su primer balance de resultados anual, afirmó que la empresa demuestra “una vez más su transparencia en relación al rescate de su credibilidad”. “El resultado gerencial fue muy bueno, después de siete años la empresa presentó un flujo de caja positivo, disminuyó los gastos administrativos y la deuda líquida en dólar”, anunció Bendine.