Obispo exhorta al gobierno combatir altos costos de la vida en República Dominicana

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Jesús Castro Marte dijo es necesario atender problemas de los dominicanos; devoción a la virgen reinó en la Basílica

“Dios te salve María”, fue el canto que dio inicio a la ceremonia. Con las voces armónicas del coro del templo, que retumbaban y llenaban el ambiente, los religiosos comenzaron la celebración eucarística con la que se conmemoró ayer, en la Basílica de Higüey, el Día de Nuestra Señora de la Altagracia, virgen protectora del pueblo dominicano.

Realmente fue una fiesta, pero en este caso religiosa, donde la fe, la devoción y el agradecimiento se pusieron de manifiesto en el templo católico, aunque la expresión de esto fuera distinta a la vista de cada uno de los fieles que se dieron cita al lugar.

Personas con atuendos llamativos, de rodillas, con la tradicional vestimenta blanca como símbolo de pureza, en sillas de rueda, descalzas, con velones o flores en las manos, son las expresiones que se pueden ver en durante la ceremonia altagraciana de cada 21 de enero, dentro de las que tampoco quedan fuera la gente que se apuesta en los alrededores de la Basílica, lugar al que cada año acuden miles de distintas localidades del país y de otras naciones.

Este año no fue distinto, ya que desde días anteriores los feligreses y devotos cristianos se formaron, hicieron filas y hasta amanecieron en el lugar para ver y venerar a la virgen y santa madre del pueblo dominicano.

Obispo: Gobierno tiene que hacerle frente al alza de los alimentos
“Hay que tener cuidado con el pueblo”. Esa fue la frase más contundente expresada por el obispo de la Diócesis de Higüey durante la misa conmemoración por el Día de Nuestra Señora de la Altagracia, al hacer referencia a los tiempos difíciles que vive el pueblo dominicano con la inflación y el alto costo de la vida.

Ante la presencia de la vicepresidenta de la República y presidenta en funciones, Raquel Peña (que representó al presidente Luis Abinader porque se encontraba en España, en la Feria Internacional de Turismo), el obispo Jesús Castro Marte aseguró que el país está viviendo una situación preocupante que debe ser atendida cuanto antes por las autoridades actuales, haciendo primar el bienestar del pueblo, sobre las leyes del mercado que han producido la inflación.

“Estamos viviendo una situación preocupante por la inflación y el costo de la vida, los precios de los alimentos, la violencia, la corrupción y sobre todo, por la pandemia de la covid-19, que gracias a Dios se ha enfrentado con mucha valentía y eso merece un ramo de Olivo para las autoridades. Muchas familias han perdido muchos seres queridos, a lo que se suman el estrés, la ansiedad, la depresión y la pérdida de sueño ocasionados por problemas de salud”, pronunció el religioso durante la homilía.

Argumentó que las presiones económicas son una preocupación real del pueblo, por lo que apeló a la actuación del Gobierno, no sin antes reconocer los esfuerzos que ha hecho esta gestión en medio de la crisis.

“Debemos reconocer que son muchos los desafíos que tenemos como país, con la carga del día a día sobre los hombros de las familias, de los dominicanos, sobre todo los más pobres, a los que se le vuelve muy pesado el encarecimiento de los productos de primera necesidad y el alza de los combustibles, agregado a esta situación lo del covid-19”, dijo.

“Las leyes del mercado no deben primar cuando se habla de los pobres necesitados que desean alimentación. Es ahí, donde se vale intervenir a través de políticas públicas que den espacio al bienestar de la mayoría”, agregó.

El religioso dijo estar confiado en que la actual administración colocará sus oídos en el corazón del pueblo para escuchar las angustias, preocupaciones, que le atormenta. “Comer y la vivienda, son fundamentales. Hay que tener cuidado el pueblo”, insistió.

No permitir que RD sea laboratorio

Al tocar varios de los temas de la agenda nacional, monseñor Castro Marte también habló sobre el tan debatido y controversial Código Penal y sobre el particular, fue enfático en señalar que con esta pieza legislativa no se puede dejar que el país se convierta en un laboratorio jurídico al permitir que en las discusiones se traten asuntos de leyes naturales como es la vida humana fruto de la concepción.

“Veinte años jugando con un Código Penal, como si fuera un juego de ping-pong que quizás muchos se han hecho especialistas jugando ping-pong con el Código Penal, que se contemplan leyes naturales que no se deben meter en el marco de la discusión.
Leyes naturales, sin ofender a nadie, que botan la propia esencia de la naturaleza, inclusive a la fe, ejemplo de la vida humana hecha de la concepción”, señaló.

Justicia tiene que alcanzar a todos

Durante sus palabras, el obispo abogó, de igual forma, por una justicia más fuerte al referir que la corrupción pública ha desalforjado por generaciones el derecho a la salud, a la educación, a la justicia y a una mejor calidad de vida de los dominicanos.

“Es penoso, es triste. Hay que fortalecer la justicia para que se acabe ese mal histórico. Ese anhelo de justicia del pueblo dominicano ante las actuaciones del Ministerio Público que ha iniciado a recuperar la confianza en el sistema de justicia (…). La lucha contra la corrupción y la impunidad, no debe detenerse, debe alcanzar a los del pasado, a los del presente, a los del pasado y a los del futuro para que el país eche hacia delante”, expresó.

Asimismo, suplicó por una cultura de paz al llamar como la “pandemia de la violencia” la cantidad de hechos que se producen a diario en todas las localidades que, a su entender, dan señales de una sociedad enferma.

“Las manifestaciones de violencia en todos los órdenes, que se registran a diario en diferentes localidades, parecen dar señales de una sociedad enferma. Al respecto, los obispos dominicanos, en la Carta Pastoral de este año, catalogan esta problemática social como “La pandemia de la violencia”, ante el hecho de que, a diario, en algún lugar del planeta, se derrama sangre inocente”, dijo.

Vicepresidenta pide a la virgen que siga iluminando al Presidente
A su llegada al templo, la vicepresidenta Raquel Peña indicó que con la protección y divinidad de Dios y la virgen de la Altagracia y la colaboración de todos los dominicanos, se ha podido combatir con éxito la pandemia.

“Muy contenta de venir a celebrar a nuestra virgen de la Altagracia. Aquí hay una demostración una vez más de que somos un pueblo creyente. De hecho, nos lo ha demostrado en las situaciones más difíciles, miren cómo gracias a Dios estamos saliendo de esta pandemia con la colaboración de toda la ciudadanía, pero sobre todo, con la divinidad de nuestra virgen de la Altagracia y Dios que nunca nos desampara”, puntualizó.

La Vicepresidenta llevó una petición especial a la madre protectora de los dominicanos. “Pedimos de corazón que nos siga acompañando, que siga iluminando con sabiduría al presidente Abinader, a nosotros a todos los funcionarios, a toda la ciudadanía, porque nuestro país es hermoso y lo más hermoso que tiene es su gente y tenemos que trabajar y servir por ellos”, dijo Peña.

La funcionaria reiteró que el Gobierno cuenta con las vacunas para toda la ciudadanía, incluyendo la de los niños, que iniciarán a inocularse el próximo 7 de febrero.

“Nosotros queremos llevar, a través del gobierno, esperanza y tranquilidad. La esperanza se lleva a través del trabajo que venimos haciendo, garantizando la seguridad y la salud a todo el pueblo dominicano y nosotros motivamos a que sigan vacunándose y ahora con los niños también, para que de una manera todos estemos protegidos” indicó la vicemandataria y presidenta en funciones.

Muestras de devoción

Con cantos en medio de las largas filas, gente rezando con su rosario o velones en las manos, se mostró la devoción a la virgen de la Altagracia, aunque en esta ocasión, por el tema de la pandemia, no se pudieron acercar, como era la tradición, a la imagen de la protectora del pueblo dominicano. Se recuerda que el año pasado, en 2021, no se permitió la asistencia masiva de los fieles por la incidencia de la covid-19 en territorio nacional.

Además de la Vicepresidenta, en la misa estuvo presente el ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla. En la línea de honor también estuvo la gobernadora de La Altagracia, Martina Pepén Santana; el senador de la provincia, Virgilio Cedano, el ministro de Obras Públicas, Deligne Ascensión; el director ejecutivo del Seguro Nacional de Salud, Santiago Hazim y la directora del Despacho Presidencial, Lourdes Herrera.

El presidente Luis Abinader, quien tradicionalmente ha estado presente en la misa por el Día de Nuestra Señora de la Altagracia, no ha podido asistir a la ceremonia desde que es jefe de Estado. Su esposa, Raquel Arbaje y él, acuden al templo desde el 2011, pero los dos últimos años ha estado impedido por la pandemia, y ahora por el viaje del mandatario a España.

Pide al pueblo mantener firme la fe en Dios

El obispo de Higüey invitó a los dominicanos a que permanezcan firmes en la fe y confiados en la promesa de que Dios no abandona a sus hijos en los tiempos difíciles. Del mismo modo, insistió a toda la comunidad de cristianos no católicos de la Republica Dominicana, a los de tradición católica no romana, a los de tradición protestante, a los movimientos pentecostales, a estar unidos por entender que hay más razones que les enlaza que las que les separa. “Ojalá que, en los años por venir, en la plaza de esta Basílica, que es casa común del pueblo dominicano, nos encontremos en la jornada de oración por la unidad de los cristianos, que concluye cada año con la celebración de la conversión del apóstol san Pablo”, les dijo.

Politur coordinó toda la seguridad de la actividad

Con el objetivo de brindar seguridad a los turistas locales y extranjeros, que visitaron la Basílica de Higüey, la Dirección Central de Policía de Turismo (Politur) en coordinación con la Policía Nacional, el Centro de Operaciones de Emergencia, la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre , entre otras instituciones, puso en marcha el Operativo Preventivo “ La Altagracia 2022”. La institución ha desplegó más de 200 agentes, ubicados en puntos estratégicos, para poder dar respuesta inmediata a las personas que se desplazaban por las carreteras. Para evitar incidentes, prohibió el uso de armas de fuego, armas blancas y animales domésticos, así como la entrada de bebidas alcohólicas en botellas de vidrio.