Muere Simeona Sima Peña a la edad de 109 años en Santiago

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SANTIAGO.- Simeona Sima Peña, una anciana que en octubre del 2008, contando con 101 años, fue investigada reina de las fiestas patronales de su natal localidad de Doña Agueda, de la sección de la Jagua de Santiago, murió hoy a la edad de 109 años.

Sima Peña se hizo famosa luego que la agencia Efe y otros medios en octubre de ese año reseñaron la inteligencia y las hazañas que utilizó en el jurado para imponerse a ocho bellas jóvenes al imponerse a otras ocho aspirantes de entre 15 y 25 años que también optaron por la corona.

Al ser coronada, señaló que para tener una larga vida hay que hacer favores si están a su alcance, nunca hacerle daño a nadie, ejercitarse, comer sanamente, no llevar vida ajena, siempre vivir alegre, no guardar rencor y no preocuparse por el paso de los años.

La centenaria mujer también habló de varios temas y expresó preocupación por el elevado número de divorcios que ocurren en este país caribeño.

«Si la familia está en crisis, la sociedad también lo está, me da pena cuando veo parejas que se unen al matrimonio con amor y al poco tiempo terminan separándose con enemistades y peor aún con hijos ya de por medio», expresó en su día a Efe la fallecida.

Sima Peña volvió a llamar la atención de la opinión pública cuando, en 2011, contando 104 años, ganó un concurso de baile organizado por la comunidad y en la que participaron otras 14 damas con edades entre los 15 y los 50 años.

Muchas de las participantes admitieron su derrota, pero se justificaron alegando que los temas que colocaron los organizadores, a petición de Sima Peña, eran merengues de Yoyito Cabrera, Guandulito, Tatico Henríquez y otros, y que esa música, por ser tan antigua, ellas no la dominaban mucho.

De los cinco hijos que la mujer tuvo con su fallecido esposo Blanco Peña, dos aún viven, y una de ellas, Francia Peña lamentó declaraciones a Efe el deceso de su madre, de la que resaltó que fue una mujer valiosa, ejemplar, alegre y muy querida en la comunidad.

«A pesar de que no sabía leer ni escribir nos educó con valores morales y espirituales muy elevados», dijo la doliente.