Minou Tavárez Mirabal aspira a la presidencia de RD

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SANTO DOMINGO. Minou Tavárez Mirabal decidió afrontar el más grande reto de su vida: dejar un partido en el gobierno y aspirar a la presidencia de la República en un país en el que nunca una mujer ha ganado ese trono.

La candidata presidencial de Opción Democrática (OD), del cual busca su reconocimiento, y Alianza por la Democracia (APD), criticó la situación de la oposición política.

P. ¿Considera que la oposición está fortalecida y que aún dividida en varios bloques obligaría a una segunda vuelta?

R. La idea de “la oposición” ha quedado desacreditada por los mismos que la impulsan. ¿Es posible creer en un “bloque de oposición” integrado por el Partido Reformista?

Lo que propuse por primera vez, en la presentación de Opción Democrática el pasado 23 de agosto, tiene cada vez más vigencia: “La victoria electoral de mayo a nivel presidencial comienza por forzar una segunda vuelta. Vamos a utilizar ese recurso para tener una competencia democrática, respetuosa, con muchos debates, de cara al pueblo”.

Y añadía que las elecciones de mayo serán las primarias de una oposición que hasta ahora no existe, y por lo tanto, no despega. Allí se podrán mostrar las credenciales, esa será la hora de las biografías, de la experiencia, de las historias y de las capacidades. En esa campaña podemos, por qué no, demostrar que la democracia es posible exponiendo frente a todos y todas las distintas posiciones sobre los grandes problemas del país.

Los candidatos se potencian si somos capaces de aglutinar la pluralidad de la sociedad dominicana en la boleta electoral y si esa pluralidad se puede expresar en diversas opciones.

Las debilidades de Medina residen justamente en sus ‘fortalezas’: el clientelismo, uso de recursos públicos, la corrupción que protege”.

P. ¿Cuáles serán los tres principales ejes de un gobierno presidido por usted?

R. Protección, respeto y promoción de los derechos de todos los dominicanos y dominicanas. Esa es la forma de combatir el clientelismo.

Fortalecer la institucionalidad democrática, la separación de los Poderes del Estado y la firme voluntad de hacer los cambios que sean necesarios para que el país tenga un Poder Judicial independiente.

Entendemos que en lo político, una democracia fuerte hace mucho más creíble a nuestro país frente a la comunidad internacional y también lo hace más competitivo en lo económico.

En el contexto actual, cuando todavía es difícil cuantificar el daño que heredará nuestra gestión, no podemos prometer, sólo podemos comprometernos a que los sacrificios serán compartidos con criterios de justicia: tienen que dar más los que tienen más.

P. ¿Es Danilo Medina tan fuerte como dicen y cuáles son sus debilidades?

R. Seguro que es muy fuerte, todavía. Sus debilidades residen justamente en sus “fortalezas”: el clientelismo, el dolo, el uso de los recursos públicos de manera inmoral e ilegal, en la corrupción que tanto protege.

P. ¿Cómo evalúa el trabajo y la credibilidad de la Junta Central Electoral?

R. Considero que son muy positivos los esfuerzos de la JCE en lo que tiene que ver con los proyectos de Ley de Partidos y de Garantías Electorales, con la revisión de los cambios de domicilio, su contribución a la equidad de género y la propuesta de redistribución de diputados y diputadas de acuerdo con el mandato constitucional y con los cambios demográficos evidenciados por el último Censo.

Es lamentable que los viejos partidos nuevamente se hayan convertido en grandes obstáculos a esos avances.

La falta de credibilidad de la JCE es parte de la desconfianza histórica a las instituciones en general. Por la complejidad del proceso electoral de mayo próximo y porque está todo en juego, es especialmente importante tratar de mejorar esta situación.