México prueba nuevo instrumento financiero para estimular inversiones en energía

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Ya que sus balances financieros están en dificultades, las compañías mexicanas estatales de petróleo y electricidad deben encontrar nuevas formas de generar dinero a partir de sus activos, y deben hacerlo rápidamente.

Las pérdidas netas en el tercer trimestre de Pemex, el grupo petrolero, se dispararon en un 180 por ciento hasta casi US$10 mil millones mientras que las pérdidas de la CFE, la compañía de electricidad, aumentaron en un 240 por ciento hasta los US$1.9 mil millones.

Así que un nuevo instrumento diseñado para estimular la inversión en los activos energéticos como los oleoductos y las líneas de transmisión no podía haber llegado en un mejor momento.

Entre ellos, Pemex y CFE esperan utilizar los nuevos instrumentos — llamados Fibra E — para monetizar US$1.8 mil millones de activos para inicios del próximo año, según le informaron al Financial Times sus directores ejecutivos.

Los instrumentos financieros Fibra E se basan en parte en exitosas sociedades de inversiones en propiedades, conocidas localmente como Fibras, las cuales han generado más de US$11.3 mil millones en México desde 2011, según datos de Dealogic.

Fibra E funcionará como las sociedades limitadas principales en EEUU — un instrumento que permite la inversión externa en activos a través de una sociedad con exenciones fiscales para los inversionistas. “Las sociedades limitadas principales financiaron el auge del esquisto y su infraestructura en EEUU”, dice Greg Nelson, socio de la firma de abogados Paul Hastings en Houston, y experto en sociedades limitadas principales.

A diferencia de lo que sucede en EEUU, Fibra E no se puede utilizar para inversiones en exploración y explotación, pero sí para activos energéticos.

“Lo primero que tenemos en mente, lo que estamos analizando, son las torres de transmisión y la red eléctrica”, dijo Enrique Ochoa, director de la CFE. “Tenemos la responsabilidad de modernizarnos. Queremos utilizar los activos actuales para obtener nuevas inversiones y así desarrollar infraestructura y transmisión adicionales”, dijo. La CFE ha destinado 10 mil millones de pesos (US$607 millones) en activos para la primera etapa, lista para lanzar una Fibra E en el primer trimestre, añadió.

Afectada por la colosal carga fiscal que le paga al gobierno en un momento en que la caída de los precios del petróleo ha reducido drásticamente los ingresos, Pemex planea monetizar 20 mil millones de pesos en activos de “infraestructura diversa” antes del mes de marzo de 2016, dijo el director, Emilio Lozoya.

“El argumento comercial es bastante simple. Podremos utilizar los fondos generados en una Fibra E para invertir en cosas más rentables”, dijo el ex especialista en capitales privados. “Hemos identificado una serie de activos”. Declinó ofrecer más detalles, pero Pemex ya ha dado pasos para monetizar activos, vendiendo el 45 por ciento del gasoducto Los Ramones II, que llevará gas de esquisto estadounidense barato, a los fondos BlackRock y First Reserve.

La histórica reforma energética de México le ha abierto la puerta a la inversión privada en el sector del gas y el petróleo después de casi 80 años de un monopolio estatal por parte de Pemex. En la electricidad, donde a las compañías privadas se les ha permitido generar algo de electricidad desde 1992, la reforma establece un extenso mercado de electricidad, aunque la CFE mantendrá el control de la transmisión y la distribución.

Pemex y CFE tendrán que competir en igualdad de condiciones con firmas nacionales y extranjeras, pero seguirán siendo propiedad estatal — una consideración política clave para contrarrestar la crítica de que la reforma está vendiendo las riquezas de México o socavando la soberanía.

Algunos mexicanos pueden considerar la Fibra E como una especie de privatización furtiva de activos, puesto que las torres, los oleoductos o las plantas serán agrupados en fideicomisos y los valores se cotizarán en la bolsa de valores. Se espera que los fondos privados de pensiones de México, los cuales se han invertido en Fibras, estén entre los mayores inversionistas. Sin embargo, las compañías retendrán el control de los activos en la Fibra E.

“La Fibra E va a funcionar, pero llevará tiempo”, dijo Luis Alberto Harvey MacKissack, director gerente de Nexxus Capital, la mayor firma independiente de capital privado. “Con el petróleo a US$40, no es fácil. Pero cuando yo vea que sí está funcionando, recaudaré el capital para un fondo muy rápidamente — en los siguientes cinco años seguramente”, dijo.

México está limitando la Fibra E a activos existente puesto que ya generarán efectivos.

Para los inversionistas la Fibra E funcionará de cierta forma como un bono, pero con mejor rendimiento, dijo Jed Bailey, director gerente de Energy Narrative, una consultoría. Pero añadió que un aumento potencial de las tasas de interés estadounidenses podría recortar la diferencia entre el rendimiento de la Fibra E y otras referencias, como las letras del Tesoro estadounidense.

Algunos activos — como las deficitarias refinerías de Pemex — no serían lo suficientemente atractivos como para monetizarlos, y las estaciones de gasolina no son elegibles. Pero en un intento de aumentar la atracción del instrumento, el gobierno está permitiendo la Fibra E no sólo en el sector energético sino en la infraestructura en general.

“Pienso que habrá un auge de la Fibra E”, dijo Oscar López-Velarde, socio de Ernst & Young quien ha aconsejado al gobierno.