Más que paridad, mediocridad caracteriza campaña en la NFL

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ESTADOS UNIDOS. La NFL llama a este fenómeno paridad. Pero durante la presente campaña, lo observado se asemeja más a la mediocridad.

Desde defensivas porosas hasta errores en los derribos; de errores arbitrales a una serie de lesiones, en la temporada de 2015 han abundado situaciones que no resultan agradables a la vista.

Por supuesto, hay mucho suspenso en la disputa por los boletos a la postemporada, particularmente por los comodines. La búsqueda de la perfección por parte de Carolina ha acaparado los titulares. Han causado entusiasmo las actuaciones de los principales jugadores de la liga, particularmente de Cam Newton y Dog Baldwin al ataque y de Khalil Mack y Ziggy Ansah a la defensiva.

Y en paralelo, continúa la competencia entre Rams, Raiders y Chargers para mudarse a Los Ángeles.

Habrá que esperar que los playoffs y el Super Bowl sigan un rumbo distinto al que ha tenido la campaña desde septiembre.

Búfalo se perderá la postemporada por 16ta ocasión consecutiva. Es notorio que un conjunto pueda ausentarse durante tantos años de los playoffs. Bajo las órdenes del entrenador Rex Ryan, los Bills ilustran lo decepcionante que puede ser el nivel de juego de los equipos en muchas ciudades.

Búfalo contrató a un entrenador famoso y reforzó su plantel. Pagó salarios cuantiosos para retener a jugadores clave. Y fracasó.

“Cuando hay altas expectativas y no se alcanzan, ello evidentemente derivará en más cuestionamientos”, dijo Ryan.

A continuación, algunos otros aspectos que cuestionar, transcurridas 15 de 17 semanas de la temporada regular:

PARIDAD

Si lo que busca la NFL es que casi todos los equipos tengan posibilidades de obtener un cetro divisional o un boleto de comodín en diciembre, se ha quedado cerca de esa meta en 2015.

Pero si lo que pretende es mejorar la calidad que despliegan los equipos, está muy lejos.

Vale la pena elogiar el trabajo de Panthers, Patriots, Cardinals, Broncos y Bengals, que durante buena parte de la temporada han destacado. Impresiona también el desempeño de Chiefs, Steelers y Seahawks en la segunda mitad de la campaña.

Pero Kansas City perdió cinco encuentros en fila, y sólo se desperezó después de una derrota ante Denver. Seattle desperdició las ventajas que le ofrece su casa y cayó dos veces en el CenturyLink Field, además de llevarse un triunfo sobre Detroit sólo por los errores de los árbitros. Pittsburgh llegó a estar 4-4 y de algún modo cayó en casa ante Baltimore.

Lo más extraño, incluso risible, ha sido la calidad en la División Este de la Conferencia Nacional y en el Sur de la Americana. Todavía es posible que en ambas divisiones se corone un equipo con foja perdedora, que sin embargo será local en el duelo de comodín.

BLOQUEOS Y DERRIBOS

Estos dos fundamentos se les complican a los jugadores casi tanto como el punto extra (que se cobra ahora a mayor distancia, en uno de los cambios positivos implementados por la liga). Un motivo por el que los quarterbacks han sido tan irregulares es que los integrantes de la línea, los tight ends y los corredores se muestran incapaces de brindar protección.

No hay un área en la que se requieran vínculos tan estrechos entre los jugadores como en la línea ofensiva. Pero incluso algunas unidades en las que ha existido continuidad muestran un pobre desempeño.

Si los Broncos son eliminados pronto, uno de los motivos principales será la falta de un bloqueo eficaz.

Por otro lado, sería difícil encontrar una docena de jugadores certeros en el derribo dentro de la NFL. Incide el hecho de que las nuevas reglas acerca de lo que constituye un golpe válido han hecho que algunos se muestren tímidos o confundidos. Pero se han perdido los conceptos sobre la forma de sujetar bien y de evitar el impacto mediante la cabeza.

QUARTERBACKS

Alguien se preguntó recientemente por qué la liga no se expande simplemente para crear equipos en Los Ángeles o en las ciudades abandonadas por una eventual mudanza. Otros contemplan la posibilidad de crear pronto una franquicia en Londres.

Pero en cualquiera de esos escenarios surge una pregunta. ¿De dónde obtendrían los nuevos equipos quarterbacks de calidad?

Hoy mismo, parece acertado señalar que la mitad de los 32 equipos no tiene la seguridad de que su quarterback es el idóneo. De hecho, varios dueños y entrenadores están francamente descontentos con su mariscal de campo.

Hay esperanza con gente como Jameis Winston, Marcus Mariota, Derek Carr, Teddy Bridgewater y Blake Bortles, integrantes de una nueva generación, así como con Newton y Russell Wilson, candidatos al Jugador Más Valioso. Pero es difícil predecir cuál será la futura elite en esta posición —hay que recordar el caso de Matt Ryan.

Cuando se marche la generación actual de estrellas, es difícil considerar que desde las filas colegiales surgirá un número suficiente de reemplazos.

LOS ÁRBITROS

Desde siempre, era común que los fanáticos culparan a los árbitros por las derrotas, mientras que los dueños, los gerentes generales y los entrenadores preferían morderse la lengua para no criticarlos.

La situación ha cambiado.

Se ha generalizado la opinión de que los árbitros han perdido el rumbo. La NFL deberá analizar la forma en que los selecciona, alternativas para simplificar el reglamento y cómo utilizar mejor los avances tecnológicos.

Por ahora, sólo hay que esperar que, en esta campaña de mediocridad, un error de los árbitros no termine decidiendo el gran partido del 7 de febrero.