SANTO DOMINGO. Al final, 24-1 en 25 partidos es grandioso. Pero los Warriors de Golden State querían seguir perfectos y al contrario están molestos. “Perder apesta”, manifestó el mánager interino de los Warriors, Luke Walton. Ha sido un largo viaje en la ruta para los Guerreros de Golden State, que inició desde el pasado 27 de noviembre en Phoenix.
Ahora tienen otro reto. Después de sus ocho juegos corridos en el camino, en el último de los cuales, el pasado sábado ante los Bucks de Milwaukee, vio detener dos rachas: Una que inició con los últimos cuatro juegos de la pasada temporada que sumada les da 28 triunfos consecutivos, a la vez la de inicio de temporada que se quedó en 24, la mayor de todos los tiempos.
En lo que resta de 2015, los Warriors tendrán siete partidos, los próximos cinco en su hogar, que incluye uno contra los Bucks (18), un momento para el desquite y otro contra Cleveland (25), los subcampeones de la NBA.
Curry se declaró algo “molesto” por la derrota. “Obviamente -agregó-, nadie quería que tuviera fin”.
Si las cosas marchan bien, los Warriors pueden apuntar a la marca de ronda regular de los Bulls, que fue de 72-10, eso si promedian al final alrededor de una derrota cada 14 partidos.
Los Warriors se han forrado de récords desde la pasada campaña. Terminaron con 67-15, su mejor marca de campaña regular, además de convertirse en décimo equipo que gana al menos esa cifra.
Los Bucks ¿el destino?
Los Bucks, con Oscar Robertson y Kareem Abdul-Jabbar, detuvieron la racha de 33 victorias de los Lakers de Los Angeles, de 1971-72 y el pasado sábado la de los Warriors, la segunda detrás de los Lakers. Para Golden State fue su primer partido de la temporada en que quedan por debajo de 100 puntos por primera vez desde el 5 de abril de la pasada campaña.
