Liberty Media quiere conducir la Fórmula Uno a la era digital

0
248

Al hacerse cargo de la Fórmula Uno, John Malone intentará reenfocar este deporte en la era digital.

La noche del miércoles, el multimillonario accionista controlador de Liberty Media, el grupo estadounidense, alcanzó un complejo acuerdo para hacerse cargo de la competencia de carreras, lo cual indica su intención de rejuvenecer la F1 para audiencias digitales, mayormente jóvenes, mientras a su vez intenta aumentar el interés en algunos mercados como el estadounidense.

El acuerdo podría ser un momento decisivo para este deporte, que ha sido propiedad del grupo de capital privado CVC Capital Partners por más de una década. Sigue siendo popular entre millones de aficionados a las carreras — especialmente en mercados clave de Europa — pero ha sido objeto de críticas por no modernizarse en medio del declive a largo plazo en su audiencia global.

El Sr. Malone no será un dueño pasivo. Según documentos vistos por el Financial Times y presentados a los inversionistas el miércoles, el hombre de negocios de 75 años de edad apodado “Cable Cowboy” poseerá personalmente el 3 por ciento de la nueva sociedad matriz del deporte.

Esto hará del Sr. Malone un accionista mayor que el director ejecutivo de la F1, Bernie Ecclestone, quien poseerá sólo el 2 por ciento bajo la nueva estructura. El fideicomiso familiar del Sr. Ecclestone, Bambino Holdings, también reducirá su participación al 5.4 por ciento.

Liberty Media ha llegado a un acuerdo de dos etapas con CVC, el mayor accionista de la F1, con una participación inicial del 18.7 por ciento en este deporte por la cantidad de US$746 millones. Una vez que los reguladores y el organismo rector del deporte aprueben el acuerdo, Liberty pagará un total de US$4.4 mil millones en efectivo y acciones de la empresa, y también asumirá la deuda para darle a la F1 un valor de empresa total de US$8 mil millones.

Liberty tendrá finalmente una participación en la nueva sociedad de cartera de alrededor del 35 por ciento, mientras que el resto será controlado por CVC y otros accionistas existentes de la F1.

Chase Carey, ex vicepresidente ejecutivo de 21st Century Fox de Rupert Murdoch, ha sido nombrado presidente de la F1, sustituyendo a Peter Brabeck-Letmanthe, el presidente de Nestlé.

Hay varios desafíos inmediatos para el Sr. Carey, entre ellos la necesidad de construir una relación de trabajo con el Sr. Ecclestone de 85 años de edad, quien sigue siendo el director ejecutivo de la F1 y quien convirtió el deporte de nicho en fenómeno televisivo mundial. Como dijo el antiguo líder de la F1 sobre los inversionistas y patrocinadores el año pasado, “Cuando les doy la mano, no necesitan un contrato; saben que es un trato hecho”.

La clave de su éxito fue la venta de la serie como un paquete a las cadenas de televisión de todo el mundo, mientras cubría el deporte con una imagen glamorosa que atrajo a patrocinadores élite y nuevas audiencias. Sin embargo, los índices de audiencia televisiva han disminuido en mercados clave como el Reino Unido a medida que el deporte se ha desplazado hacia las emisoras de televisión de paga.

Se considera que el Sr. Carey tiene la experiencia y las conexiones adquiridas durante su trabajo en Fox para llegar a acuerdos con los canales de medios en línea, y ganar una mayor exposición en los mercados donde la F1 tiene cantidades relativamente pequeñas de seguidores.

Por ejemplo, esto podría incluir la creación de servicios que les permitan a los aficionados ver carreras en los dispositivos móviles, una estrategia que rompería la dependencia del deporte de los ingresos procedentes de las emisiones televisivas y el público europeo.

“La compañía merece todo el crédito por lo que se ha logrado, pero existe la oportunidad de llevar la F1 a otro nivel”, dijo el Sr. Carey, y añadió que “F1 sólo ha rascado la superficie de un mercado digital que no ha sido explotado”.

Por David Bond, Murad Ahmed y James Allen (c) 2016 The Financial Times Ltd. All rights reserved