La halterofilia, gran apuesta de Colombia para Rio-2016

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BOGOTÁ. Colombia, considerada “potencia mundial” en halterofilia, apuesta fuerte a dos nombres para conseguir las preciadas preseas doradas en esa disciplina en los próximos Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro-2016: Óscar Figueroa y Leidy Solís, dos deportistas que han brillado por talento y perseverancia.

Tanto Figueroa, de 33 años, como Solís, de 26, ambos oriundos del Valle del Cauca (oeste), un departamento especialmente afectado por el conflicto armado de más de medio siglo en Colombia, encarnan la tenacidad impuesta por el entrenador Oswaldo Pinilla, la misma que le ha valido reconocimiento al país.

“Somos potencia mundial en pesas porque en América estamos de primeros en todas las categorías y estamos dentro los ocho mejores del mundo”, aseguró el seleccionador en diálogo con la AFP.

De las 19 medallas que Colombia ha ganado en la historia moderna de los Juegos Olímpicos, cuatro de ellas fueron logradas en levantamiento de pesas. La primera presea dorada para el país fue conseguida por María Isabel Urrutia en Sídney-2000 en la categoría de 75 kg de halterofilia.

“Nuestro propósito como entrenadores es ser constructores de sueños en la parte física y mental para los deportistas. Debemos llenarlos de seguridad porque todo los años de preparación se definen en segundos”, expresó Pinilla, quien exige al máximo a sus pupilos.

Para el entrenador de 56 años, que lleva veinte años vinculado a la selección olímpica de halterofilia, Figueroa se destaca por su “fortaleza física y disciplina”, mientras Solís “es única e inquebrantable”.

Además de estas figuras, el equipo de halterofilia colombiano incluye a otros siete participantes, cuyos nombres se definirán en las próximas semanas, según anunció.

El oro, la meta

Como muchos en Colombia, Figueroa protagoniza una historia de desplazamiento forzado convertido en logros personales. Tenía nueve años cuando su familia dejó su pueblo en el Bajo Cauca por los enfrentamientos entre guerrilla y paramilitares que han marcado la conflagración interna en el país.

“Nos marcó en su momento”, pero eso “ya quedó en el pasado”, dijo a la AFP el pesista, que consiguió el único récord olímpico para Colombia en Londres-2012, al registrar en envión 177 kilogramos en la categoría de 62 kilogramos.

“La meta es sacar la medalla de oro para Colombia en Rio. Tengo más experiencia que hace cuatro años para enfrentar psicológicamente la presión”, dijo Figueroa, quien obtuvo la medalla de plata hace cuatro años en la capital británica.

Para el deportista, que se inició a los 11 años en la halterofilia, la gesta de agosto también es un desafío de salud. El pasado enero recibió un implante de dos vertebras durante una operación que la he generado molestias y lesiones.

“Yo tenía escoliosis y gracias a la operación la espalda se me enderezó. Estoy ya recuperado entre un 75% y 80%”, afirmó.

Tiempo de revancha

A Solís, en tanto, los Juegos de Rio le saben a revancha. La pesista era una de las esperanzas de Londres-2012, pero siete meses antes de la competencia quedó embarazada y tuvo que ver el evento deportivo por televisión.

Además, el 7 de octubre de 2012, una semana antes de dar a luz a su hijo Matías, se cortó el brazo derecho con vidrios en un accidente casero.

“Los médicos me dijeron que los tendones y nervios estaban comprometidos, que ya no podía levantar pesas. Se me vino el mundo encima y las ilusiones se me fueron al piso”, narró a la AFP.

La deportista se negó a creer esa versión y entrenó “con alma y vida”. Su arduo trabajo y recuperación rindieron sus frutos en julio de 2015 cuando se arropó de oro en la categoría de 69 kilogramos en levantamiento de pesas y obtuvo triple récord en los Juegos Panamericanos de Toronto.

En Rio, “mi meta es dar el 100%, lo mejor de mí y después veremos si se da”, contó Solís, quien para Pinilla, “es de esas deportistas que nacieron para ser campeonas”.