Por: Dra. Claudia Montoya García, Especialista en Ginecología y Obstetricia.
¿Qué es una vulvovaginitis?
Es la inflamación de la mucosa vaginal y de la piel vulvar. La mayoría de veces se debe a una causa infecciosa, producido por hongos, bacterias, virus o parásitos. Aunque también las hay de causa no infecciosa.
Las infecciones vaginales son muy frecuentes durante la vida de la mujer. De hecho, 75 de cada 100 mujeres experimentarán una infección vaginal a lo largo de su vida.
¿Por qué ocurre?
En condiciones normales, existe un conjunto de microorganismos que habitan en la vagina llamada microbiota vaginal. Se trata de un sistema dinámico, hormonodependiente que se encuentra en equilibrio gracias a nuestros sistemas inmune y endocrino.
Los lactobacilos son bacterias que forman parte de la microbiota vaginal y nos protegen de bacterias dañinas, ya que producen ácido láctico y mantienen el ambiente con un pH ácido. En determinadas situaciones, este equilibrio se altera, favoreciendo la aparición infecciones vulvovaginales.
¿Qué situaciones favorecen las vulvovaginitis?
Las vulvovaginitis ocurren más frecuentemente en el embarazo, con el uso de anticonceptivos orales, el uso de antibióticos de amplio espectro, el uso de espermicidas, la práctica habitual de duchas vaginales, en situaciones de estrés o en pacientes diabéticas con mal control de las glucemias.
¿Cuáles son los signos y síntomas?
Las molestias que se notan cuando hay una inflamación vaginal o vulvar son:
- Aumento de la secreción vaginal
- Cambio en la coloración del flujo: blanquecino, amarillento o marrón verdoso
- Secreción vaginal maloliente
- Picor, escozor o dolor vaginal
- Edema de la piel y de la mucosa vaginal
¿Qué debo hacer si presento algunos de estos signos y síntomas?
Acércate a tu matrona, médico de cabecera o ginecólogo. Lo más adecuado es diagnosticar el tipo de vulvovaginitis, determinar si se trata de una infección o no, tratar adecuadamente la causa y evitar futuros episodios.
¿Cómo prevenir nuevos episodios de vulvovaginitis?
- Evitando el uso de salva-slips
- Utilizando ropa interior de algodón no ajustada y manteniéndola limpia y seca
- Evitando las duchas vaginales
- Manteniendo una higiene adecuada de la zona: Ni defectuosa ni excesiva
- Evitando el uso de antibióticos sin indicación médica
- Evitando pasar periodos prolongados en zonas húmedas como saunas o piscinas
- En pacientes con vulvovaginitis recurrentes, el uso de tampones y óvulos con Lactobacillus puede prevenir futuros episodios
Artículo publicado por Revista Española Ávila en Salud, en colaboración con Diario Despertar. Puede acceder a la revista en www.emstore.es
