LA HABANA, Cuba. El béisbol llena este martes su propia página en la reconciliación entre Cuba y Estados Unidos: una delegación de estrellas de Las Grandes Ligas, que incluye por primera vez a dos peloteros cubanos que desertaron, inicia una gira por la isla.
Un año después de que inició el acercamiento diplomático entre los otrora enemigos de la Guerra Fría, el béisbol, el deporte más popular entre cubanos y estadounidenses, se sube al tren de los nuevos tiempos.
Este martes directivos de la Major League Baseball (MLB) y de la Asociación de Jugadores de Major League Baseball (MLBPA), inician la gira más importante del béisbol estadounidense por Cuba en más de 50 años, que se extenderá hasta el viernes.
El grupo lo encabezan Joe Torres, alto directivo de la MLB, y Dave Winfield, exbeisbolista y consultor del sindicato de jugadores.
Somos muy “afortunados de tener la oportunidad de cumplir un papel constructivo en la mejoría de la relación de nuestro país con Cuba”, dijo el comisionado de las Grandes Ligas, Robert Manfred Jr, días previos a la visita.
Junto con los responsables llegarán los peloteros cubanos José Abreu (Medias Blancas), Yasiel Puig (Dodgers) y Alexei Ramírez (agente libre), además de estrellas como el venezolano Miguel Cabrera, el dominicano Nelson Cruz y el estadounidense Clayton Kershaw.
El jardinero Puig desertó de Cuba en 2011 y el inicialista Abreu en 2013. Ambos no habían podido regresar a la isla desde entonces.
Ramírez fue el único que salió de Cuba por vía legal, ya que se casó con una dominicana en 2007. El torpedero cubano firmó luego un contrato de cuatro años con los ‘patiblancos’, y ahora es agente libre.
Abreu, quien firmó un contrato de seis años por 68 millones de dólares con los Medias Blancas, tiene un hijo de cinco años a quien no ha visto desde su deserción.
La MLB aseguró haber recibido garantías del gobierno cubano de que los peloteros desertores podrán ingresar a Cuba y retornar a Estados Unidos.
– El reencuentro –
Los cubanos no habían tenido contacto directo con Las Grandes Ligas desde 1999, cuando los Orioles de Baltimore jugaron un partido de exhibición frente a la Selección Nacional de Cuba.
Desde entonces solo equipos universitarios de Estados Unidos habían estado en la isla.
“El béisbol representa un lazo entre nuestras culturas y es innegable el impacto de jugadores cubanos en nuestro juego. Espero que esta gira represente el inicio de una larga relación”, según Manfred.
Para el béisbol y los aficionados cubanos esta gira, lejos del morbo político, representa un reencuentro con jugadores que alcanzaron el esplendor fuera de su tierra.
“Poder volver a ver a estrellas que se formaron en nuestro país y que hoy brillan en el mejor béisbol del mundo, como Abreu y Puig, será algo grandioso. Muchos seguimos sus carreras como podemos y para los aficionados son unos héroes”, dijo a la AFP el fanático Pedro David.
El desembarco en Cuba de estrellas y directivos de la MLB asoma como un argumento más contra el embargo estadounidense a la isla, que impide la contratación de jugadores cubanos, muy valorados en el mercado estadounidense, que residan en su país.
Atraídos por millonarios salarios, muchos jugadores han desertado y su salida ha mermado la calidad del béisbol nacional. Un acuerdo con Las Grandes Ligas sería para muchos la salvación del deporte.
En 2015 desertaron o se marcharon de Cuba de manera legal más de un centenar de beisbolistas y otros fueron sancionados al intentarlo.
“Será una visita muy beneficiosa sobre todo para el béisbol cubano, cada día está más cerca el día en que los cubanos puedan jugar libremente en las Grandes Ligas. Eso aumentará su nivel”, dijo el estudiante Alain Rodríguez.
A partir de 2013, el gobierno de Raúl Castro dio un giro en la política deportiva de Cuba y autorizó los contratos de cubanos el exterior.
Desde entonces alrededor de una decena ha fichado por clubes de México, Japón, Canadá y Colombia, pero no han podido hacerlo en la MLB por las leyes de Estados Unidos ni en las Ligas del Caribe, ya que están bajo las mismas normas.
Las Grandes Ligas esperan realizar en 2016 partidos de pretemporada en la isla, tal como ocurría hasta 1960.
