SANTO DOMINGO. Más de 800 mil personas se suicidan cada año, lo que representa una muerte cada 40 segundos, según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo a esta entidad, el suicidio es la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años y el 75 % de estos se produce en países de ingresos bajos y medianos.
La ingesta de plaguicidas, el ahorcamiento y las armas de fuego son algunos de los métodos más comunes de suicidio en todo el mundo. Por lo general, el suicidio llega luego de largos períodos de depresión. Es por ello que si se parte de la idea de que los animales irracionales también se deprimen, quizás cabe cuestionarse si pudieran además llegar a suicidarse.
En la comunidad científica esta interrogante siempre estuvo presente y hoy permanece la controversia. Unos creen que no es posible y otros que sí.
De acuerdo con especialistas veterinarios en el reino animal existe un comportamiento autodestructivo que muchos expertos lo comparan con el suicidio humano.
“Muchos animales que dejan de comer, patos que sumergen la cabeza en el agua hasta que se ahogan, animales a los que se le han muerto sus dueños se dejan morir de hambre, es decir, que también los animales tienen ese instinto, que no se le llama suicidio propiamente, pero es una conducta autodestructiva”, explicó a DL la médico veterinaria, Aida Mercedes.
Dijo que aunque no ha conocido un caso de suicidio en animales, tiene la certeza de que estos se deprimen y se estresan.
Algunos clientes que llegan a la clínica de Mercedes le dicen: “Mi perrito se murió de depresión, tenía varios días sin comer y falleció”.
La doctora expresó que cuando se presentan casos de depresión en los animales los médicos recurren a ejercicios y estimulaciones que les cambia el estado de ánimo.
