SANTO DOMINGO. Si bien ocupó un histórico séptimo lugar en la competencia, la Copa del Mundo de voleibol femenino en Japón dejó un resultado comprometedor para la República Dominicana de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
La no clasificación de los Estados Unidos de forma directa desde el recién concluido torneo en tierra nipona a la cita brasileña del próximo año obligará a las representantes del Tío Sam a pelear la única plaza directa que hay para la confederación Norte, Centroamericana y del Caribe (Norceca), un boleto para el que las quisqueyanas eran las amplias favoritas.
En 16 enfrentamientos oficiales entre ambos selecciones, las quisqueyanas solo han vencido a las estadounidenses dos veces.
El torneo continental clasificatorio (Norceca) se jugará a finales del corriente año en una sede por confirmar. Un escenario complicado para las caribeñas, ya que su principal referente ofensivo, Bethania de la Cruz, acaba de ser operada de forma exitosa del hombro derecho, y estará fuera de las canchas entre cuatro a seis meses.
Sin embargo, el Norceca no será la única opción clasificatoria para Río. En caso de Dominicana no lograr la plaza en el torneo regional, podrá buscar uno de los tres boletos que se disputarán en el repechaje mundial en mayo en Japón.
De camino para Beijing 2009, las criollas tuvieron que ir a esa última etapa, y se quedaron fuera por una diferencia de dos sets. El voleibol femenino busca esta vez convertirse en el primer deporte de conjunto que asiste a dos Olimpíadas en fila por Dominicana.
Al coincidir con los Juegos Panamericanos de Toronto en agosto este año, la Federación Dominicana de Voleibol envió al Grand Prix un equipo sin las principales jugadoras y terminó con su peor marca (0-9) sin ganar siquiera un set (0-27).
Ese desempeño le costó perder la categoría de pertenecer al grupo uno y, a menos que la FIVB dé marcha atrás, será el único equipo del top 10 que no estará en la llave élite del torneo en 2016.
