El Abejón Fortuna: “No me molesta que me comparen con Joan Guzmán, pero tengo cualidades para ser el mejor boxeador dominicano”

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Con dos fajas mundiales, un récord invicto y una imagen recuperada ante las televisoras estadounidenses de boxeo, Javier Fortuna no es segundo de ningún otro boxeador dominicano en coronas como profesional y dada su edad (26 años) puede tener tiempo de sobra para destrozar todas las marcas criollas.

Ya igualada la hazaña de Joan Guzmán, de ganar fajas en más de una categoría, en su agenda no está superar al que fuera su patrón con una subida de peso para buscar un tercer cinturón. De momento, superar las tres defensas de un título como hizo Leo Cruz con el cetro gallo (118 libras) es el próximo cotejo que quiere llenar El Abejón en su cuaderno.

“Soy el mejor del mundo en las 130 libras y estoy enfocado en demostrarlo”, dijo Fortuna a DL, con un yeso que cubre su mano y todo su antebrazo derecho producto de una lesión que sufrió en el segundo asalto de su combate del pasado 29 de septiembre cuando venció por nocaut técnico al puertorriqueño Carlos Iván Velásquez en Las Vegas, en el que defendió por primera vez el título ligero junior (130 libras).

Esa fiera, que sobre el ring ha noqueado al 70% de sus oponentes, responde con oraciones tan cortas como sus jabs, pero tan directas como sus contundentes ganchos de izquierda. Esa agresividad en las cuatro cuerdas y la velocidad de sus golpes les valieron el apodo.

“No me molesta que me comparen con Joan. Pero sé que tengo las cualidades para ser el mejor boxeador de la República Dominicana”, dice Fortuna, que perdió su faja interina pluma por menos de una libra en la báscula (2013) y al día siguiente descargó toda su furia contra el mexicano Miguel Zamudio, a quien dejó en malas condiciones en una pelea que apenas duró un minuto y ocho segundos.

Peleador zurdo, en 30 peleas (21 nocauts) y un empate ha recibido fuertes golpes, Fortuna ha superado situaciones complicadas, como ante Antonio Rodríguez, quien dejó el rostro del criollo en malas condiciones en junio de 2014.

Su ascenso

Fortuna era uno de los principales prospectos del preseleccionado nacional, pero su falta de disciplina le marginó del equipo principal a manos de Claudio Marrero y le ocasionó problemas en su entorno en La Romana. Hasta que se topó con César “Mangüita” Mercedes, su manejador, quien le prometió llevarlo al máximo nivel si cambiaba el enfoque.