Devers, fenómeno adolescente que lleva un ascenso meteórico

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SANTO DOMINGO. Hace apenas 26 meses, los Medias Rojas hicieron millonario en dólares a Rafael Devers, cuando todavía tenía 16 años y, como a ocurre a menudo cuando se entrega tanto dinero a peloteros adolescentes, no faltaron quienes temieran a que el antesalista que batea a la zurda se desenfocara con la fortuna.

El jueves, cuando se cantó ¡play ball! en el Quisqueya Devers estaba en la esquina caliente roja con apenas 18 años y 356 días de edad. En una liga sin estadísticas oficiales, Devers entra en una categoría de los jugadores más jóvenes en haber debutado, una que encabeza José Rijo, con 17 años y 154 días en la contienda 1981-82 para el Licey.

Una investigación de DL da cuenta que Devers se convirtió en el segundo jugador de posición más joven en ver acción aquí, después de Mariano Duncan, que tenía 18 años y 246 días en la temporada 1981-82.

Ya en julio pasado, Devers fue parte del Juego Estrellas del Futuro como parte del equipo internacional. En septiembre fue tomado como primera selección del sorteo de nativos, y Baseball América acaba de incluirlo como el quinto mejor prospecto de la liga South Atlantic.

“Aparte de bateador, es tremendo muchacho, un ingrediente muy necesario para uno hacer una inversión como esta. Sé que va a continuar así, y que ahora que es millonario, no va cambiar”, dijo Jesús Alou, ejecutivo de los Medias Rojas, a DL tras sellar el bono de US$1.5 millones en el restaurante Boga Boga, el nueve de agosto de 2013.

Devers estaba en el radar del conjunto de Nueva Inglaterra, pero lo que terminó de convencer a Emmanuel Nanita, escucha del conjunto, del valor del jugador fue un jonrón que disparó por la banda izquierda en el complejo del equipo en Guerra en un partido inter escuadras. “Nunca había visto a un zurdo hacer eso. Fue una bola rápida por encima del promedio. Y pudo reaccionar a ella”, dijo Nanita a SB Nation en julio.

Devers va más rápido que su promoción, y que la mayoría de jugadores firmados desde 2011. En la finca de Boston se preguntan quién subirá primero a Grandes Ligas si él o Yohan Moncada, el cubano por el que los Red Sox tuvieron que pagar US$63 millones, la mitad con penalidad.

“Me siento muy agradecido con el Escogido por darme la oportunidad de poder jugar, y más un día como hoy. Hace dos meses que no me imaginaba que podía estar hoy (el jueves) aquí”, dijo Devers a DL.

Su estadía con los escarlatas estará limitada, de momento, a un máximo de cuatro semanas, pero este nativo de Samaná, y que creció en Santo Domingo Este quiere aprovechar al máximo la experiencia de codearse con veteranos a los que hasta hace poco sólo veía por la televisión.

Su carrera profesional comenzó en la Liga de Verano de 2014, donde apenas agotó 128 turnos antes de convencerse de que no buscaba nada allí. Bateó .337, con porcentaje de embasarse de .445 y slugging de .538. En junio de ese año ya estaba en la Liga del Golfo (Florida), y allí también castigó el pitcheo en los 174 turnos que agotó (.312/.374/.484) con 11 dobles, dos triples y cuatro jonrones de los 49 imparables que sacudió.

Este año jugó en Grenville (A media) en 469 turnos bateó para .288 con 11 vuelacercas y 70 carreras remolcadas y el próximo año podría jugar en AA una vez avance la campaña.

“Siempre juego mi misma pelota”, es lo único que responde Devers cuando es cuestionado sobre su meteórico ascenso. En su debut se fue de 4-0 con dos ponches enfrentando lanzamientos de veteranos como Yuniesky Maya, Leyson Séptimo y Jairo Asencio.

“Si no estoy en la alineación animaré a los muchachos desde el dugout. Me preparo igual, es la misma pelota, nada diferente”, dice este producto de la International Prospect League.