Este día 27 de Febrero del año 2016, el excelentísimo Presidente de la República Dominicana, Lic. Danilo Medina Sánchez, compareció por cuarta ocasión a rendir cuentas de la administración del Estado Dominicano en el período 2015-2016, pero aprovechó para repasar el cuatreño de su período Constitucional, no existe la menor duda de que el discurso llenó las expectativas de todos los dominicanos, con excepción de aquellos que son egoístas y mezquino, porque el Presidente presentó una serie de ejecutoria que son difícil de contrarrestar, ya que ciertamente van más allá de las evocadas en el discurso.
El discurso del Presidente fue muy sustancial, y como siempre rindió los honores debido al Dios todo poderoso que le ha iluminado a gobernar, ahora bien, con lo anterior expuesto sólo queda preguntar ¿Por qué tantas ejecutorias no son recibidas con la algarabía que merecen en la población?, es que, si bien es cierto que la población reconoce el trabajo del Presidente, lo respeta y lo elogia por su comportamiento personal, en la conducción del Estado, también es cierto, que existen sombras insuperables que han llegado al extremo de convertirse en tenebrosas, pues la nación no tiene el mismo concepto de muchos de los funcionarios del gobierno, de casi ningunos de los senadores y mucho menos de los Diputados que militan en el partido oficial que gobierna en la actualidad, tampoco los ciudadanos les reconocen ninguna cosa buena a la mayoría de los directivos del Partido del PLD, y de ahí viene el descontento, porque el Presidente no tiene otro opción que trabajar con su partido, con su gente, con lo que encontró que por cierto, según la mayoría de la población, no es cosa muy buena las que rodea al Presidente.
Otra sombra que rodea el discurso, es la misma reelección, repiten los ciudadanos, no por el Presidente, sino por los que les rodean, además la imagen que se creó en la nación del Presiente de la República Lic. Danilo Medina Sánchez, no concebía una agenda reeleccionista, es decir el Presidente ha gobernado bien, pero los ciudadanos están cansados de su partido y de su gente que les rodean, por esta razón la popularidad burbuja del Presidente no era otra cosa que un reconocimiento social para un momento determinado que no podía exceder más allá de lo permitido por la Constitución, y al reformar la misma para renovarlo se perdió con ello la confianza y buena imagen, por haberse incurrido en todo tipo de tropelía para seguir en el poder más allá del período Constitucional que estaba establecido.
La peor de la sombras del discurso del Presidente Medina la representa el silencio y ausencia de una tendencia muy importante en su partido, que si bien es cierto no lo han considerado imprescindibles para el triunfo, los mismos si son necesarios, porque al no tomársele en cuenta, ni darle la importancia que merecen, han llenado de sombras tenebrosas el discurso ofrecido por el Presidente Danilo Medina Sánchez el 27 de Febrero del año 2016 en el centro de la asamblea nacional.
