Cincuenta años después, la correspondencia entre Cuba y Estados Unidos llegará sin intermediación

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LA HABANA. Un año después de que iniciaron su histórico acercamiento, Cuba y Estados Unidos dieron otro paso hacia la normalización de sus lazos al anunciar este viernes la reanudación de envíos directos de correspondencia y encomiendas, que habían sido interrumpidos hace medio siglo.

Ambos países anunciaron la medida en sendos comunicados tras una reunión de representantes de los dos países en Miami.

“Ambas parte acordaron restablecer el servicio postal directo entre los dos países”, dijo la cancillería cubana.

A partir de ese convenio, se implementará un “plan piloto” para el transporte del correo, que “comenzará a ejecutarse en las próximas semanas y se prevé pueda instituirse de forma permanente en el futuro”, agregó.

Por su parte, el Departamento de Estado norteamericano expresó que “el plan proporcionará un programa para vuelos entre los dos países varias veces a la semana”.

Los dos países habían interrumpido el servicio postal en 1963, un año después de que Estados Unidos impuso el embargo contra la isla, que se mantiene activo.

Gracias a este nuevo acuerdo, podrán enviarse correspondencia y bultos postales entre Cuba y Estados Unidos de forma directa, en una fecha que “se anunciará próximamente”, indicó la cancillería cubana.

El 17 de diciembre de 2014, Washington y La Habana iniciaron un proceso de normalización de relaciones, que condujo a la reapertura de embajadas este año.

Tras ese hecho diplomático, la reanudación del servicio postal constituye el mayor progreso hacia el restablecimiento pleno de vínculos entre los otrora enemigos de la Guerra Fría.

Sin vuelos regulares, sólo “humanitarios”

Cuba y Estados Unidos iniciaron en 2009 los diálogos en busca de restablecer este servicio junto al de los vuelos comerciales regulares, también suspendido desde hace medio siglo.

Sin embargo, existen desde hace décadas vuelos charter de “carácter humanitario” que cubren principalmente la ruta Miami-La Habana, restringidos a cubanos residentes en Estados Unidos y a norteamericanos con licencia de Washington para viajar a la isla. Actualmente hay decenas de estos vuelos cada semana.

Luego de varias rondas de conversaciones, ambos países lograron este nuevo acuerdo sin que aun hayan restablecido el transporte aéreo comercial regular.

Hasta la fecha el envío de correspondencia se hace por vía aérea a través de terceros países, lo que puede retrasar hasta un mes su entrega.

Asimismo, para el servicio de encomiendas, Cuba emplea principalmente la ruta marítima por Panamá, donde se realiza el trasbordo hacia Estados Unidos, lo que también genera importantes retrasos.

Durante la discusión del acuerdo para el restablecimiento directo del servicio postal, “la delegación cubana presentó ejemplos” de los perjuicios que genera el embargo estadounidense a las operaciones de la empresa estatal de correos de la isla, subrayó la cancillería en su comunicado.

Próximos a conmemorar el primer año de su acercamiento, Cuba y Estados Unidos negocian en varios frentes.

El miércoles abordaron por primera vez los millonarios reclamos que han intercambiado durante 55 años por la expropiación de bienes estadounidenses en la década de 1960 y los daños causados por el embargo.

Este tema es uno de los principales obstáculos en el proceso de normalización de los vínculos políticos.

Para Cuba la lista de pendientes también incluye el levantamiento del embargo estadounidense, que completa 53 años y que el presidente Barack Obama ha pedido al Congreso derogar.

Asimismo, La Habana exige la devolución del territorio que ocupa desde 1903 la base naval estadounidense de Guantánamo, en el extremo oriental de la isla.

En la actualidad existen 5.911 reclamos abiertos en Estados Unidos, por parte de empresas y ciudadanos tanto cubanos como estadounidenses, por expropiaciones en Cuba, concesiones y bienes perdidos, que rondan entre los 7.000 y 8.000 millones de dólares en compensaciones.

Cuba, por su parte, estima en unos 121.000 millones de dólares las pérdidas por el embargo. A esa cifra habría que añadir otros 181.000 millones por “daños humanos” causados al pueblo cubano, según las autoridades.