Para: Empresas San Nicolás De: Contaduría Capital
Querido Santa Claus:
Soy un inversionista activista en su compañía, Empresas San Nicolás, quien ha estado enfurecido desde hace muchos años por su excéntrico enfoque con respecto a la asignación de capital, la fijación de precios, la estrategia de marca y la gestión de la cadena de suministro. Algunos de sus ‘devotos’ me han instado a no criticar su estrategia en esta temporada de buena voluntad, a lo que yo contesto: “¡Qué tontería!”
Siempre he considerado que recurrir a la filantropía del siglo IV y despilfarrar el capital de trabajo son hechos característicos de un fundador profundamente afianzado a su posición y cuya energía se ha dedicado a deleitar a los clientes menores de edad a un gran costo, ignorando toda disciplina de gestión. Usted ha mostrado poco interés en cubrir su costo de capital, y mucho menos en superarlo.
La vida en Empresas San Nicolás es una interminable fiesta: comida gratis para sus duendes, quienes reciben una generosa compensación por crear productos diseñados sin estandarización alguna; regalos para cualquier persona que escriba una carta pidiéndoselos y que se haya portado “bien”, según un vago sistema de medición; villancicos, paseos en trineo, cocteles de ponche de huevo: ¡Oh, cuánto te diviertes con mi dinero!
La totalidad de su empresa existe para suministrar regalos durante un día al año pero, sin embargo, todo el mundo está en la nómina 365 días. Usted ni siquiera considera ampliar su franquicia al Viernes Negro, que representa una flagrante oportunidad perdida. Mientras tanto, usted insiste en llevar a cabo las entregas bajando por las chimeneas, ignorando el hecho de que sólo un segmento de su sector demográfico objetivo habita en una casa. ¿Por qué no usa las puertas?
En resumen, Empresas San Nicolás es una de las compañías menos innovadoras con la que jamás me haya topado. Es tan gorda y feliz como su director ejecutivo, y apegada a una anticuada fórmula empresarial que la expone a ser desestabilizada. Sé de varias nuevas empresas tecnológicas que están recaudando capital para crear aplicaciones en las que los niños puedan hacer ofertas en regalos que serían fabricados por artesanos subcontratados y entregados por unicornios.
Dada la falta de investigación y desarrollo, he sostenido consistentemente que cualquier excedente de capital debiera ser devuelto a los accionistas como una distribución única fiscalmente eficiente cerca del fin de año, el 25 de diciembre, por ejemplo. Usted ha ignorado mis peticiones, eligiendo más bien alegrar las vidas de los niños al azar, en lugar de recompensar a los inversionistas cuyos intereses están alineados.
Puesto que usted está demasiado ocupado para entablar un diálogo constructivo, este año sostuve conversaciones con otros fondos de cobertura. Hemos elaborado un plan para la fusión de su negocio con empresas relacionadas, seguida de una serie de filiales y ofertas públicas iniciales para crear corporaciones más enfocadas.
Mediante la combinación de Empresas San Nicolás, Walmart, Macy’s, WPP y Federal Express y su subsecuente división, crearíamos un conjunto de empresas verticales especializadas en la fabricación de regalos, el surtido de pedidos, la comercialización y en los espacios para eventos.
Recientemente, sin embargo, tres analistas fantasmales con información fundamental sobre su negocio me visitaron en mi casa. Ellos me advirtieron que — aunque yo baso mi modelo de inversión sobre los dividendos que fluyen a través de mi fondo Contaduría Capital en un período de tres a cinco años — el valor intrínseco de Empresas San Nicolás sólo puede ser apreciado mediante una vista panorámica del pasado, del presente y del futuro.
Santa, yo he escuchado numerosas llamadas de conferencia y he visto muchas presentaciones, pero ninguna me ha impactado con la fuerza de estas ideas. No es una exageración decir que he experimentado una conversión completa en cuanto a mi opinión de Empresas San Nicolás. Warren Buffett les aconseja a los inversionistas buscar gerentes excepcionales y ahora veo que pocos alcanzan la longevidad que usted ha logrado.
Usted encarnaba la nueva economía antes de que la idea se hubiera concebido. Empresas San Nicolás es un negocio global, que recibe señales desde los más lejanos rincones de la tierra y entrega paquetes a través de una red integrada. Funciona a una velocidad superalta, más rápida que la banda ancha en Corea del Sur, y no conoce fronteras. El Internet es antiguo en comparación.
Su falta de interés en la rentabilidad pareció insensata al tradicionalista dentro de mí, pero he llegado a entender las virtudes de la reinversión de los ingresos durante varios siglos con el fin de dominar su mercado y afianzar su monopolio.
Jeff Bezos, su competidor de logística más cercano, ha copiado sus tácticas pero — aunque Amazon aplasta a las pequeñas tiendas, a las tiendas por departamentos y a los grandes minoristas — no puede derrocarlo a usted.
Esto ha ayudado a construir la mayor red social del mundo, haciendo palidecer a Facebook. Todo el mundo incluye sus mensajes en las tarjetas y los padres simulan que los regalos que compran para sus hijos son de parte suya; usted subcontrata muchas entregas a costo cero. Al combinar una presencia alegre con un ‘marketing’ viral sofisticado, usted ha ampliado su alcance a todas partes.
Desde que tuve estas revelaciones, me he llenado de alegría. Coca-Cola utilizó alguna vez su imagen en anuncios publicitarios, lo cual provocó rumores de que esa compañía había inventado a Santa Claus, pero no tiene nada que enseñarle acerca de ‘branding’ y de cómo atraer al consumidor. Mi inversión en Empresas San Nicolás tiene un potencial aún mayor que la participación del Sr. Buffett en Coca-Cola, y tengo toda la intención de mantenerla en mi cartera de inversiones indefinidamente.
Solía haber un clima frío y sombrío afuera, pero ahora se siente bastante cálido para esta época del año.
¡Feliz Navidad para todos y cada uno de ustedes!
