Asambleísta dominicana presa en Nueva Jersey por fraude migratorio saldrá en libertad el viernes

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NUEVA YORK. La exasambleísta Gabriela Rosa, quien representaba el Distrito 72 en el Alto Manhattan y condenada a un año y un día por un fraude matrimonial a inmigración, hace más de una década, saldrá este viernes 25 de septiembre de 2015 de la cárcel federal, donde cumple la sentencia.

Rosa deberá cumplir un tiempo adicional en libertad condicional (parole), luego de que sea liberada de una prisión en la que se encuentra recluida en Nueva Jersey.

Familiares, amigos, vecinos y seguidores de su carrera política preparan una bienvenida para recibirla en el seno de la comunidad dominicana, de la que es activista.

Luego de hacerse residente a través del casamiento, la exasambleísta se naturalizó estadounidense, pero el estatus de ciudadana de los Estados Unidos nunca estuvo en riesgo y los fiscales aceptaron no recusarla en la corte migratoria, para que la despojaran del mismo, a cambio de la declaratoria de culpabilidad.

La leve sentencia se le impuso, además del trato con la fiscalía federal del Distrito Sur en Manhattan, en consideración por su récord limpio y sus años de servicios comunitarios, su entrega a causas nobles de la comunidad y su lucha como legisladora en Albany para crear leyes en defensa de sectores vulnerables, como los niños, la mujer, los ancianos, la educación y otros.

Muchos creen que fue delatada como parte de una conspiración para sacarla de circulación, una práctica usada por algunos políticos dominicanos.

Rosa admitió su responsabilidad, pidió disculpas a su familia, a la comunidad y a sus electores en una conferencia de prensa en el restaurante Lounge 809, del Alto Manhattan, el año pasado, antes de comenzar a purgar la sentencia.

Dentro del acuerdo al que llegó con los fiscales, guiada por los abogados dominicanos Génesis Peduto y Manuel Andrés Aranda, la exasambleísta podría volver aspirar a cualquier posición electiva en los distritos del Alto Manhattan, donde hizo vida política antes de ser encarcelada.

Peduto explicó en su momento a este reportero que ese tipo de sentencia significa, que el condenado no tiene que cumplir la totalidad del tiempo impuesto por la corte.

Se espera que su regreso al seno de la familia y la comunidad aporte frescura y novedad a un cuestionado y alicaído liderazgo político que pierde credibilidad e influencia.

Prometió que a su salida de la prisión renacería “de entre las cenizas, como el ave Fénix”.