Adaptar las habilidades de los jóvenes al futuro

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Reimaginar las habilidades de la juventud tras la pandemia

Desde que se declaró el día en 2014, las celebraciones del Día Mundial de las Habilidades de la Juventud han brindado una oportunidad única para el diálogo entre la juventud, las instituciones educativas y de formación técnica y profesional (ECTP), las empresas, las organizaciones de empleadores y trabajadores, los encargados de formular políticas y los asociados para el desarrollo.

El Día Mundial de las Habilidades de la Juventud 2022 se celebra en un contexto de máximos esfuerzos por conseguir una recuperación socioeconómica tras la pandemia de COVID-19 y que están a su vez relacionados con desafíos como el cambio climático, los conflictos, la pobreza persistente, el aumento de la desigualdad, el rápido cambio tecnológico y la transición demográfica, entre muchos otros.

Las mujeres y niñas jóvenes, los jóvenes con discapacidad, los de las comunidades más pobres y/o rurales, los pueblos indígenas y los grupos minoritarios, así como quienes sufren las consecuencias de los conflictos violentos y la inestabilidad política, continúan excluidos debido a una combinación de factores. Además, la crisis ha acelerado varias transiciones por las que ya estaba pasando el mundo del trabajo, que añaden capas de incertidumbre sobre las habilidades y competencias que se demandarán después de que se supere la pandemia.

Las Naciones Unidas y agencias como UNESCO-UNEVOC ayudan a abordar estos desafíos reduciendo las barreras de acceso al mundo del trabajo, asegurando que las habilidades adquiridas sean reconocidas y certificadas, y ofreciendo oportunidades de desarrollo de habilidades para los que están fuera del mercado laboral: jóvenes escolarizados y aquellos que no tienen empleo, educación o capacitación (NINI). Durante esta Década de Acción para la Agenda 2030, la plena participación de los jóvenes en los procesos globales es vital para generar cambios positivos e innovación.

 

Logo del día 2021 en inglés.

Evento virtual – La juventud importa: celebrar sus habilidades para el futuro

7-8 de julio 2022, 2.00 – 4.30 pm SGT (GMT+8)

Apúntate a este simposio que dará inicio a una serie de programas y eventos para celebrar este día internacional. El programa dará voz a los jóvenes para que sectores relacionados con la formación y la educación pueda comprender mejor las actitudes de los jóvenes en lo que respecta a las habilidades necesarias para el futuro.

Logo del día 2021 en inglés.

Reimaginando las habilidades de la juventud para el futuro

15 de julio 2022, evento mundial híbrido 10.00 – 12.30 pm EDT

El evento mundial «Reimaginando las habilidades de los jóvenes para el futuro» reunirá a jóvenes, gobiernos, agencias de la ONU, sector privado y representantes de la sociedad civil para analizar el impacto de las crisis actuales en los jóvenes de todo el mundo y discutir cómo los jóvenes pueden adaptarse rápidamente a las demandas de un mundo en constante cambio. El evento está organizado por las Misiones Permanentes de Portugal y Sri Lanka ante la ONU, junto con la UNESCO, la OIT y la Oficina del Enviado del Secretario General para la Juventud.

Por qué es importante el Día de las Habilidades de la Juventud

En el mundo actual, el creciente desempleo juvenil es uno de los problemas más acuciantes con los que se enfrentan las economías y sociedades, tanto de países desarrollados como en desarrollo. El último informe «Tendencias mundiales del empleo juvenil 2020: la tecnología y el futuro de los empleos»  muestra que desde 2017, ha habido una tendencia al alza en el número de jóvenes que están desempleados y no cursan estudios ni reciben formación (los ninis).

En 2016 había 259 millones de jóvenes clasificados como ninis, un número que aumentó a una cifra aproximada de 267 millones en 2019, y se proyecta que continúe subiendo a alrededor de 273 millones en 2021. En términos de porcentaje, la tendencia también aumentó ligeramente de 21.7 % en 2015 a 22.4% en 2020, lo que implica que se perderá el objetivo internacional de reducir la tasa de jóvenes que no están empleados y no cursan estudios ni reciben formación para 2020.

Con el objetivo de concienciar sobre la importancia en invertir en el desarrollo de las habilidades de la juventud, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió en su resolución A/RES/69/145 designar el 15 de julio como el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud.

¿Qué papel juega la enseñanza y formación técnica y profesional?

La enseñanza y la formación son cruciales para cumplir la Agenda 2030. La visión de la Declaración de Incheon: Educación 2030 queda plenamente plasmada en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. En la agenda Educación 2030 se presta gran atención al desarrollo de competencias técnicas y profesionales, específicamente en lo que se refiere al acceso a una enseñanza y formación técnica y profesional asequible y de calidad; la adquisición de competencias técnicas y profesionales con miras al empleo, el trabajo decente y el espíritu empresarial; la eliminación de las disparidades entre los géneros y la garantía de acceso de las personas vulnerables. En este contexto, se espera que la enseñanza y formación técnica y profesional (EFTP) permita responder a múltiples demandas de naturaleza económica, social y ambiental ayudando a los jóvenes y adultos a desarrollar las competencias que necesitan para el empleo, el trabajo decente y el espíritu empresarial, promoviendo el crecimiento económico sostenible e inclusivo y apoyando la transición a las economías ecológicas y la sostenibilidad ambiental.

La EFTP puede dotar a los jóvenes con las competencias necesarias para acceder al mundo laboral, incluidas competencias para el empleo por cuenta propia. También puede mejorar la capacidad de respuesta a la demanda cambiante de competencias de las empresas y las comunidades, y aumentar la productividad y los niveles salariales. La EFTP puede contribuir a reducir los obstáculos que dificultan el acceso al mundo laboral, por ejemplo a través del aprendizaje en el empleo, y garantizar que las competencias adquiridas sean reconocidas y certificadas. También puede ofrecer oportunidades para desarrollar aptitudes a personas poco cualificadas que están subempleadas o desempleadas, a jóvenes que están fuera de las instituciones educativas y a personas que ni trabajan, ni estudian ni reciben formación.