El uso de pantallas antes de acostarse, comer tarde y hacer ejercicio pocas horas antes de dormirse, son costumbres cada vez más arraigadas que pueden impedir tener un sueño reparador, lo que tiene consecuencias para la salud en diferentes áreas. A esto hay que sumar los problemas que ha producido la pandemia de Covid-19, que ha aumentado los casos de insomnio.
“El mal dormir es un problema de salud mundial. Hasta el 60% de los adultos ha manifestado problemas al respecto alguna vez en la vida, lo cual pasa a ser un problema de alta prevalencia, ya que, durante las horas de sueño, se realizan funciones vitales básicas para el organismo, indispensables para el buen funcionamiento físico y mental”, advierte la Dra. Evelyn Benavides, neuróloga del Programa de Medicina del Sueño de Clínica Universidad de los Andes.
La especialista explica que el mal dormir conlleva consecuencias como cambios de ánimo, baja del rendimiento académico y laboral, aumento en el riesgo de desarrollar patologías cardiovasculares y puede incrementar el peso corporal por un desbalance en los procesos cerebrales de regulación del apetito, además que acrecienta el riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes y la resistencia a la insulina.
Asimismo, el estar con somnolencia durante el día, puede derivar en accidentes en el trabajo o de tránsito. Y durante la noche, pueden darse enfermedades como insomnio, síndrome de piernas inquietas, ronquidos y apnea obstructiva del sueño.
Quienes se ven más afectados son los niños, las personas de la tercera edad y las que tienen patologías crónicas asociadas, como diabetes e hipertensión, entre otras.
La Dra. Benavides aclara que se puede saber que se está durmiendo mal si:
- Al despertar no se tiene sensación de descanso, aunque se haya dormido la cantidad de horas adecuada
- Al notar una baja del rendimiento en el día a día
- Tener dolor de cabeza matinal
- Padecer problemas de salud
Ante estas señales, aconseja acudir a un especialista que realizará los estudios pertinentes para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.
En la actualidad son muchos los factores que pueden perjudicar tener una correcta higiene del sueño, como:
– Uso de pantallas antes de dormir, lo que perjudica principalmente el conciliar el sueño, sobre todo si esto ocurre en la habitación.
– Levantarse y quedarse dormido a diferentes horas. Esto tiene especial repercusión en jóvenes que durante el fin de semana tienen horarios muy diferentes.
– Hacer ejercicio muy tarde.
– Comer alimentos muy pesados o con mucho aliño en las noches, junto con fumar y tomar alcohol o cafeína.