Trump tras intento de asesinato: “No dejemos que gane la maldad”

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Al día siguiente de un aparente intento de asesinato, el expresidente estadounidense Donald Trump hizo un llamado el domingo a la unidad y la resiliencia, al tiempo que el mundo político se estremecía por el hecho que lo dejó herido pero “bien”.

Un exjefe de bomberos que asistía al evento con su familia murió, al igual que el presunto agresor. Otras dos personas también resultaron gravemente heridas.

El virtual candidato presidencial republicano dijo que la parte superior de su oreja derecha fue impactada en el tiroteo. Sus asesores indicaron que Trump estaba “de buen ánimo” y bien.

“Supe inmediatamente que algo andaba mal porque escuché un zumbido, disparos e inmediatamente sentí la bala atravesando la piel”, aseveró en una publicación en su red social Truth Social. “Hubo mucho sangrado”.

Luego el domingo, Trump escribió que “solo Dios evitó que ocurriera lo impensable”.

“En estos momentos, es más importante que nunca que sigamos unidos, y que mostremos nuestro verdadero carácter como estadounidenses, siguiendo fuertes y determinados, y que no dejemos que gane la maldad”, escribió Trump.

El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, identificó el domingo al espectador que murió como Corey Comperatore, un exjefe de bomberos de la zona, y dijo que “murió como un héroe”.

“Su esposa me contó que se lanzó sobre su familia para protegerla”, comentó Shapiro, que se negó a hablar sobre el estado de salud de otras dos personas que resultaron heridas.

El FBI identificó al tirador como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, residente en Bethel Park, Pensilvania, que se encuentra a unos 80 kilómetros (50 millas) del lugar del incidente. Un funcionario del FBI afirmó que los investigadores aún no han determinado el motivo.

El expresidente y virtual candidato republicano a la presidencia Donald Trump es custodiado por agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos en un acto de campaña, el sábado 13 de julio de 2024, en Butler, Pensilvania. (AP Foto/Evan Vucci)

Agentes del Servicio Secreto abatieron a Crooks. El tirador había disparado desde una posición elevada, afuera del lugar de la concentración en una feria agrícola en Butler, detalló la agencia.

Poco antes de los disparos, algunos asistentes vieron que alguien se encaramaba al techo de un edificio cercano y le avisaron a la policía, según dos funcionarios de la ley.

Un policía local subió al techo y encontró a Crooks, quien le apuntó. El agente rápidamente descendió por la escalerilla, y Crooks seguidamente disparó contra Trump, y fue entonces cuando francotiradores del Servicio Secreto le dispararon, detallaron los funcionarios, que hablaron a The Associated Press a condición de anonimato.

Los funcionarios también dijeron a la AP que se encontraron materiales para fabricar bombas dentro del vehículo de Crooks y que se hallaron materiales para fabricar bombas en su casa. Los funcionarios describieron los dispositivos como “rudimentarios”.

Los investigadores creen que el padre de Crooks compró el arma hace al menos seis meses, según dos funcionarios de fuerzas policiales. Los agentes federales intentan saber cuándo y cómo su hijo obtuvo el arma y recopilar información adicional sobre Crooks a fin de identificar qué lo motivó a disparar, dijeron los funcionarios.

Bajo investigación

El Servicio Secreto de Estados Unidos investiga cómo un hombre armado con un fusil tipo AR pudo acercarse lo suficiente para dispararle y herir al expresidente Donald Trump en un mitin en Pensilvania el sábado, un fracaso monumental de una de las tareas principales de la agencia.

El FBI indicó el domingo que el agresor era Thomas Matthew Crooks, de 20 años, quien vivía en Bethel Park, Pensilvania.

El hombre armado, que fue abatido por agentes del Servicio Secreto, realizó varios disparos hacia el escenario desde una “posición elevada fuera del lugar del evento”, indicó la agencia.

Un análisis que efectuó The Associated Press de más de una docena de videos y fotografías captados en el mitin de Trump, así como imágenes satelitales del lugar, muestra que el agresor pudo colocarse sorprendentemente cerca del escenario donde el expresidente estaba hablando.