Por Juan Rivera
Ahora que conmemoramos el 206 aniversario del natalicio de Juan Pablo Duarte, padre fundador de nuestra nacionalidad, es una ocasión propicia para que realicemos algunas reflexiones sobre el rol de cada uno de los que somos y nos sentimos verdaderos dominicanos y dominicanas.
Toda la geografía nacional es escenario de numerosos desfiles escolares y militares, ofrendas florales y encendidos discursos patrióticos en honor a quien entregó su vida y bienes, tanto propios como de su familia en aras de la libertad y la independencia del pueblo dominicano. Sin embargo, a más de dos siglos de la epopeya febrerista, invaden nuestro pensamiento inquietantes cuestiones que sin dudas ponen a prueba el compromiso de las presentes generaciones en la tarea de hacer avanzar la concretización y consolidación de los nobles ideales del súmmum de la raza trinitaria: Juan Pablo Duarte.
Cabe preguntarse si los sucesivos gobiernos que hemos tenido han tratado de emular los principios de honestidad, pulcritud y transparencia del patricio. Recordad lo que al respecto dijo: “Las cosas del Estado deben manejarse con honradez y la política debe ejercerse con desinterés económico, justicia y patriotismo”.
Viene al caso destacar también el ejemplo sin par de transparencia de Duarte, cuando en su calidad de general de brigada recibió la suma de RD$1,000.00 pesos para dirigir una campaña en Bani, bajo la encomienda de Pedro Santana. Duarte luego de concluida su misión realizó un informe detallado de gastos y devolvió la suma de RD$827.00.; recuerde el lector que se trata del hombre que lo gastó todo por nuestra soberanía.
Por su parte, nuestros congresistas al legislar ¿ lo hacen pensando en el engrandecimiento de la patria y la justicia social, o por el contrario, se han dejado capturar por los intereses particulares de la oligarquía? Al respecto el más insigne de los dominicanos aconsejó: “La justicia es el primer deber del hombre y el fundamento de la felicidad social”. ¿Es acaso la Ley 87-01, sobre Seguridad Social un estatuto inspirado en el ideal de equidad y justicia social que nos legó el hijo de Vicente Celestino Duarte y Manuela Díez? “Sed justos lo primero, si queréis ser felices”, predicaba el hombre-alma de la patria.
Así las cosas, considero que un examen de nuestra sociedad a la luz de nuestra realidad presente, deja mal parados a los diferentes sectores que forman el tejido social de nuestra nación y los ciudadanos y ciudadanos que en nuestro diario vivir estamos llamados a consolidar el ideario democrático y libertario de Juan Pablo Duarte. El derrotero institucional y moral por el que transita la sociedad actual, cuestiona nuestro merecimiento de ser legatarios de legítimos de nuestro padre de la patria.
Al asumir autocríticamente mi déficit en la emulación del ideario de Duarte, quiero hago el compromiso esforzarme en ser un mejor ciudadano, haciendo un mejor esfuerzo de predicar con el ejemplo emulando el ideario Duartiano. Así mismo, me comprometo a realizar un aporte, tal vez microscópico, de redoblar mis esfuerzos para impulsar el avance y fortalecimiento del estado de derecho y la redención de la institucionalidad de abogados en la República Dominicana. Espero obtener una mejor calificación en el próximo Día de Duarte. ¿ Y TU?