SANTO DOMINGO. La rapera Sarah Carrasco, más conocida como Master Faam en el mundo urbano, tiene el sueño aún de llegar a ser una estrella conocida en lo que sabe hacer, rapear. Solo que un tal Eduardo Pérez, con ínfulas de empresario artístico, se le acercó un buen día -después que ella ganara el segundo lugar del concurso Reina Urbana en el programa de tv “De Extremo a Extremo”, de Telemicro-, y le propuso ser su manager. Claro que para Sarah Carrasco, una muchacha de barrio, exactamente de la zona de Herrera, la posibilidad de pertenecer al catálogo de una “empresa artística” era ver los cielos abiertos. Solo que muy pronto esos mismos cielos se nublaron y luego se cerraron.
En una de las fiestas en las que se presentó, posteriores al premio se le acercó Eduardo Pérez, presidente de Eduardo Pérez Production y Adoris Elsa Martínez, su abogada y socia. “Esa gente me firmaron a mi por cinco años, fui a varias actividades con ellos. Conseguí par de fiestas con ellos, trabajando”. Muy pronto se dio cuenta que todo lo que brilla no es oro: “no me pagaban las fiestas, yo conseguí fiestas en Hard Rock Café y en Sans Soucí y él llevó a su esposa como corista, para darla a conocer a ella, y después me engavetó”, dijo Sarah
La ación de no pagarle las fiestas se repitió en varias ocasiones y se fue agravando pues, además, era víctima de agresiones verbales y maltratos. Las cosas tomaron otro matiz cuando se presentó la posibilidad de un viaje a Saint Martin, donde se presentaría el 4 de noviembre del 2014, con otros artistas, entre ellos Chiquito Team Band, Paramba y Mozart La Para.
“El problema realmente fue que cuando fui al consulado junto a los otros artistas. Eduardo me dice que le dé el pasaporte. Se lo doy, el entra y yo me quedé afuera con otro muchacho que supuestamente era mi road manager, a quien yo acababa de conocer allí en ese instante. Y que supuestamente él trabajaba conmigo. A él y a mi y otras cuatro o cinco personas más nos pusieron como la orquesta de Master Faam. Nosotros no éramos ninguna orquesta. Sólo que ellos realmente fueron al viaje y a mi me dejaron. Aparte de eso cobraron el contrato mío, pues era un contrato real que yo tenía con una compañía allá. El caso fue que ellos se fueron, cogieron sus visas y me dejaron a mí. Y todo eso me perjudica a mí, porque es mi nombre que se está cogiendo como si fuese una orquesta y yo no soy una orquesta”, declaró vía telefónica.
Así que los conflictos con Eduardo, quien no le pagaba las actuaciones, y quien trataba de imponer a su esposa como la Master Faam, se profundizaron. “Yo le dije que no quería trabajar con él, porque él estaba haciendo algo mal. Aparte de eso me estás tratando mal, estamos yendo a actividades, tu no me estás pagando, estás poniendo a tu esposa de segunda voz mía para que cante mis canciones, porque tu la grabas a ella en video cuando estamos cantando en tarima y yo ni salgo en los videos… son muchísimas cosas, muchísimas cosas”, narró Sarah.
La respuesta de Eduardo Pérez, el supuesto empresario artístico, fue darle un bofetón “que fui a dar adentro de un closet”, narró la rapera.
El abogado de Sarah, Ramón Peralta, aclaró por su parte que las querellas contra el demandado “son por agresión física y agresión sexual”. “Es un asunto que no se ha ventilado en los medios, pero él intentó, incluso agredió sexualmente a Sarah, la obligó a practicarle sexo oral. La chantajeó con algo: que si ella no le hacía eso, él iba a decir otra cosa, personal de Sarah, de su vida íntima y de su preferencia sexual. Entonces Sarah no tuvo más remedio, por eso es la querella que estamos ventilando por agresión física y agresión sexual”, manifestó Peralta.
“Por la vía civil se está demandando la cancelación del contrato, porque además de eso el contrato es nulo. El contrato lo firmó la notaria, que es la socia de Eduardo y pone a su hija. Ningún notario público puede firmar contrato donde figura un ascendiente hasta de tercer grado de consanguinidad. Entonces, de pleno derecho, ese contrato es nulo. Pero es un tribunal el que tiene que pronunciar la nulidad del mismo”, aclaró el licenciado en Derecho.
Preguntado acerca de una posible demanda monetaria, Pealta respondió que “a Sarah practicamente no le interesa eso, a Sarah lo que le interesa entre otras cosas es que se le resigna el contrato y ella pueda tirar para adelante. Inlcuso ellos le robaron más de 20 mil pesos a Sarah, que los tuvo que dar la mamá de Sarah para el viaje. Y ella está dispuesta incluso a que dejen eso así, con tal de que le cancelen su contrato, para seguir ella adelante, porque está estancada”, adujo.