Análisis Internacional
Desde el mes de febrero del 2022, el presidente y el gobierno totalitario de Rusia, encabezado por Vladimir Putin, de manera abusiva y en franca violación a las normativas internacionales, ordenó la ocupación del territorio de la República de Ucrania, con el objeto de extender sus fronteras más allá de sus límites y por envidia, ya que Ucrania producía productos que salvaron su economía local en esas provincias y Putin lo quería para su honra personal sin pertenecerle a él y ni a Rusia.
Según los datos estadísticos Putin y su ejército han matado cientos de ancianos, niños, jóvenes y asesinado unos 700 soldados, mientras el ejército de Ucrania se ha visto obligado a responder para no dejarse quitar su territorio y en su legítima defensa personal, han matado aproximadamente 95 mil soldados Rusos, entre ellos muchísimos generales, coroneles y de alto rango, incluso en Ucrania a los soldados rusos se le ha dado la oportunidad para que se vayan, se rindan y han dejado escapar más de 20 mil soldados, porque a Ucrania no le interesa que ellos pierdan la vida, ya que son seres humanos y la mayoría están siendo obligados a pelear en contra de su voluntad.
Las devastaciones de Putin, su ejército y su gobierno en Ucrania, ya se está cuantificando en billones de dólares, lo que indica que Ucrania tendrá cuando termine la guerra que durar más de e 40 años para ver si es posible volver el país a como estaba ante de que Putin lo destruyera casi en su totalidad.
También los daños económicos en la Unión Europea y el mundo se cuantifican en billones de euros, muchísimos muertos por el frio y daño colateral, luego de que soldados rusos según informaciones dadas por los organismos de inteligencias de los Estados Unidos y Gran Bretaña, destruyeran las líneas que suministran el gas a Europa y ni hablar del daño emocional y psicológico, causados, incluyendo en su propia Rusia, donde los soldados se ven obligados a quitarse la vida dejando notas triste de que no lucharán sin causa justa y que no matarán seres humanos de paz como son todos los ucranianos, que no andan buscando problemas ni han ocupado ningún territorio ajeno.
Ahora se ha conformado un gran eje del mal, compuesto por Putin en Rusia y el presidente de la República Popular Democrática de Corea del Norte, Kim Jong Un, quien el día 4 de octubre del 2022 sorprendió al mundo lanzando un misil balístico en dirección a Hokkaido, la isla principal más septentrional del país, que sobrevoló por Japón y fue necesario alertar a toda la población para que busque refugio de manera preventiva.
Los hechos cometidos contra la humanidad, por parte de Putin y Kim Jong Un, lo hacen tomando como rehén sus propios pueblos, ya que los países de fuerza militar afectados y la propia OTAN, no quieren sembrar la calamidad nacional en esos pueblos, pues no son pueblos malos, sino que los malos son sus gobernantes, pero ellos no toman en cuenta que la solidaridad y la armonía, así como la paciencia tienen un límite y ese límite en la razón, porque la humanidad en actualidad está en peligro y amerita una respuesta rápida, contundente y ejemplar, para evitar que el globo terráqueo sea destruido por Putin y Kim Jong Un.
Ahora la lucha contra Putin y Kim Jong Un, no solo debe ser de Ucrania, de Corea del Sur o de Japón, sino que el mundo entero, principalmente Rusia, deben pelear con todas sus fuerzas para salir de manera definitiva de Putin y Kim Jong Un, a como dé lugar y sin mas demora necesaria, antes que esos señores destruyan a la humanidad por completo, incluidos todos los idealistas que siempre le echan la culpa a Estados Unidos o a la OTAN, también se vayan de paro y terminar en un horno de fuego ardiente en la tierra y luego en el infierno, por tanto, ahora que hay tiempo, deben tronar las metralletas, los aviones invisibles, los misiles teledirigidos contra personas físicas, el fuego cruzado, la candela pura directa, para destruir a como dé lugar a esos seres humanos malvados que desde ya tienen en sus manos destruir a la humanidad completa.
