Otro de los casos más dramáticos de contaminación ambiental es un vertedero improvisado por años en Los Calizos, El Carretón, encima del canal de riego Marcos A. Cabral y que se extiende por al menos mil metros frente a esta fuente de agua.
El vertedero libera una densa y asfixiante cortina de humo, cenizas, un fino polvillo que invade las fosas nasales, que además se vierten a las aguas del canal, y llamas encendidas que amenazan desperdicios esparcidos por todas partes.
Al llegar a este lugar, cámara y libreta en manos, los buzos, las personas que colectan diversos materiales en basureros abiertos con algún valor comercial, sobre todo plásticos y metales, fueron abandonando poco a poco el espacio.
Según informó un comunitario de El Carretón a este reportero, en este lugar se lanzan diariamente sus desperdicios los ayuntamientos de las juntas distritales de Catalina, El Carretón, Pizarrete, Santana y Paya, en una mala práctica que contamina esta infraestructura de regadío.
Una señora de unos 30 años que vive próximo al vertedero, acompañada de una niña de 9 años, se tomaba un baño en este canal, y frente a ella este foco de contaminación que penetra todo el ambiente.
“Yo sé que esto aquí está contaminado, que hace daño, pero, qué puedo hacer, aquí es que tomamos el agua para lavar, bañarnos y otras cosas”, dice con pesar, y agrega: “Dígame usted, ¿qué puede uno hacer? ”
Ramón, un colector de objetos de esta podredumbre, antes de salir de prisa en su motocicleta, revela: “Yo vivo de esto aquí, de las cosas que saco para vender; este es mi negocio”.
En un promontorio del terreno, algo separado de la inmundicia que invade todo el lugar, se pueden observar sillas de plástico rotas, trozos de metales, recipientes de todo tipo y grandes sacos blancos, de tela, llenos de cuantas cosas le sirven a este hombre para hacer “mis pesos”, asegura.
Sobre la mala práctica de estos vertederos a orillas de esta fuente de agua, tanto el director provincial del Instituto de Recursos Hidráulicos (INDRHI) aquí, como el director provincial de Medio Ambiente, Francisco Bremón y Juan Solís respectivamente, han dicho que “estos vertederos a cielo abierto son un verdadero problema que afecta en diferentes comunidades espacios ecológicos de mucha sensibilidad”.
De hecho, el director local de Medio Ambiente, ingeniero Solís, informó ayer que en las próximas 24 a 48 horas citarán al alcalde de Nizao, Iván Reyes, para que explique sobre el basurero en las proximidades del lateral del canal.
Se supo que el procurador de Medio Ambiente llamó a Solís en interés de “cerrar en lo inmediato ese vertedero”, dijo una fuente cercana a la institución.
El Canal Marcos A. Cabral, la más importante y vital fuente de agua para el regadío de miles de tareas cultivables de diferentes rubros agrícolas y alimenta varios acueductos en la provincia Peravia, es una de las fuentes de agua más contaminadas en esta demarcación por la instalación y operación de vertederos de desechos sólidos a cielo abierto en sus entornos.
Esto se agrava porque los responsables de habilitar estos vertederos son los mismos ayuntamientos de las zonas por donde cruza el canal, desde su nacimiento, en Las Barías, hasta Las Calderas, donde vierte sus últimos chorros de agua para mojar predios donde se levanta casi toda la agricultura y agropecuaria de la provincia.
Listín puso recientemente en evidencia, a través de reportajes, la grotesca situación de profundo daño ecológico que afecta el lateral del Marcos A. Cabral en el municipio Nizao.
