Onu. Nicol Ramírez, de 15 años, lleva a su bebé a un laboratorio donde pagará para hacerse una prueba de embarazo, requisito previo para un implante hormonal para prevenir futuros embarazos, de los cuales hay un número muy limitado, en el barrio Caucaguita de la afueras de Caracas, Venezuela.
Según UNFPA, Latinoamérica presenta la segunda tasa de fecundidad (66,5 por cada 1.000) más alta del mundo entre mujeres de 15 a 19 años.
El embarazo adolescente lastra la vida de miles de jóvenes y reproduce la pobreza en Latinoamérica y el Caribe, además de generar a los países gastos millonarios que podrían evitarse, advierte la ONU en un estudio presentado este miércoles (11.11.2020).
«El embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana son fenómenos que impactan fuertemente en la trayectoria de vida de miles de mujeres en América Latina», señala el informe del Fondo de Naciones Unidas para la Población (UNFPA).
Los efectos de esos embarazos precoces «son múltiples y se extienden tanto al nivel de la educación como del mercado laboral, de la salud e incluso de las economías nacionales», añade el documento.
«El embarazo adolescente es una fábrica de pobres en América Latina», dice a la AFP Federico Tobar, asesor regional del UNFPA