SANTO DOMINGO. Localizado en la ribera del río oriental del río Ozama, el sector La Barquita ha sido históricamente golpeado por tormentas y huracanes que tocan territorio dominicano. Ante la amenaza del fenómeno atmosférico Danny, la preocupación entre sus habitantes se hace notar y se mantienen atentos a los boletines de alerta.
Los residentes dicen que están a la espera de que las autoridades se pongan en contacto con ellos para saber cuáles serían las medidas.
“Hasta ahora estamos esperando las órdenes de arriba, de los funcionarios, porque todavía no se han reunido con nosotros”, declara Josefina Made, presidenta de la junta de vecinos de La Barquita, quien mantiene la expectativa de que las lluvias ayuden a mitigar la sequía que afecta al país.
En el sector existen varios locales que sirven de refugio a las personas que viven en los lugares más vulnerables. Entre ellos, están las capillas San Pablo y La Altagracia y la Fundación Margarita Nassau. Además, se improvisan en los “bulevares” –callejones encima del techo de la cañada- pequeños campamentos con lonas y diferentes cubiertas que sirven para alojar a los desplazados.
A la espera de la terminación del nuevo proyecto habitacional desarrollado por el gobierno dominicano y que estaría listo para el año 2016, los moradores de La Barquita piden al alcalde de Santo Domingo Este, Juan de los Santos, que juegue su papel en el tema de la recogida de basura y del saneamiento de las cañadas.