LOS ANGELES. Manuel Rafael Mota Gerónimo, un artista del bateo con promedio de por vida de 304 en Ligas Grandes y 333 en la pelota dominicana, sigue en el terreno de juego como parte importante del equipo de los Dodgers de Los Ángeles, ahora como asistente de los instructores de bateo durante las prácticas antes de cada partido en casa.
Luego de cumplir esa tarea, Manny o el “Chory”, como comúnmente se le llama, pasa a describir y narrar los juegos en las cadenas de radio y televisión de la emblemática organización fundada en Brooklyn en 1890, labor similar a la que desempeña con Los Angelinos de Anaheim uno de sus hijos, José, que también fue pelotero.
“Mi otro hijo que jugó béisbol, Andy, es agente de jugadores y los demás están aquí en Los Angeles, y sólo uno vive en Santo Domingo”, revela Manny al conversar sobre la familia forjada junto a Margarita, su esposa, en un matrimonio de 53 años que define como “una bendición de Dios”.
Observar a Manny Mota en el dogout y en el terreno en la antesala de un partido de los Dodgers, y ser testigo del respeto que inspira esa fuente inagotable de conocimiento en la que abrevan novatos y veteranos, motiva orgullo y admiración porque no es fruto único de sus 47 años con el equipo, sino de una vida ejemplar dentro y fuera de las líneas de cal.
Con la experiencia acumulada por el tiempo en el negocio, en el que ha compartido con sus figuras más descollantes, Mota tiene la autoridad suficiente para aconsejar, en especial a los prospectos y a los que empiezan a despuntar, pues no todos llegan y algunos equivocan el camino: “Que traten de estudiar, por si no tienen suerte en el béisbol puedan continuar sus estudios, y cuando practiquen deportes lo hagan con entrega y dedicación, y por sobre todas las cosas que sean humildes”.
Con el equipo al que ayudó a lograr cinco coronas nacionales y unadel Caribe, los Tigres del Licey, en el que dice tuvo sus mejores años en el béisbol, Manny Mota revela que mantiene buenas relaciones y le desea la mejor de las suertes ya que tiene al frente de su directiva a personas muy capacitadas.
Pese a que no tiene en mente retornar a la pelota dominicana, no lo descarta porque no acostumbra a cerrar ninguna puerta: “Siempre es posible. Mientras uno esté en este mundo todo es posible, así que vamos a esperar a ver cómo uno puede contribuir”.
Manuel Mota un orgullo del béisbol nacional.