Santo Domingo. El cuerpo de Anthony Ríos viene desde hace años dándole señales de “cuidado” y el domingo le dio otra, tan fuerte que tuvo que ser internado en un centro médico en la capital dominicana, donde se encuentra.
El cantante presenta una hipertensión arterial que se salió de lo normal y tiene que permanecer en cuidados médicos para restablecer el ritmo habitual.
El artista es atendido en el Centro de Otorrinolaringología, donde su médico de cabecera y otros expertos en cardiología estudian su caso.
No es la primera vez que le da “un yeyo”. Ya en plena Navidad de 2013, un 21 de diciembre, Anthony tuvo que abandonar el escenario del hotel Barceló y fue a parar a una clínica.
Un rato más y casi se da aquel imaginario artístico de morir en el escenario. ¿Te imaginas eso?, se le preguntó en esa época, a lo que respondió: “Hubiera sido bonito morirse ahí donde uno ha encontrado la vida”.
Problemas del corazón Gracias a Dios está vivo, aunque debe cuidarse porque sus médicos hace dos años le encontraron el corazón agrandado.
“El corazón se me agrandó para que me quepa más gente”, bromeó en enero de 2014 durante un encuentro de prensa como parte del elenco de la película “Vamos de robo”.
Del padecimiento explicó: “La grasa empujó el corazón para la costilla y parece que haciendo esfuerzos por latir se creció, pero no es una cosa de morirse, y estoy bajo un tratamiento para volver a ponerlo a latir normal”.Él parecía no preocuparle el caso y lo tomó a broma o filosofía: “Cuando tú has vivido con esta intensidad no puede ser que la muerte sea tan intensa”.
No estaba en dejar su rutina de vida, en la que incluye vinos y quesos. “Nooo, si dejo cualquiera de las cosas que yo hago, dejo de vivir… ahora es comer más calidad para vivir más años”. Fue su única promesa a principios de 2014.