Para tratar de conseguir un trabajo digno y sin gastar mucho dinero (con el que no se contaba) la gente caminaba largas distancias porque se quedaba sin pasaje y tenía que invertir en la impresión de su hoja de vida y en tomarse fotos profesionales que también debían revelarse. Las vacantes de las compañías, en su mayoría, eran colocadas en los clasificados de los periódicos.
Luego, con el auge de la tecnología, surgieron plataformas especializadas en el sector laboral. Aquí, las personas tienen acceso a las vacantes de las empresas, pueden subir al portal el currículum y aplicar a los puestos en los que cumplen los requisitos, lo que ahorra tiempo, dinero y esfuerzos innecesarios.
En los últimos meses, como dice el dicho “la torta se volteó”. Ahora son los desempleados los que están publicando en portales anuncios que dicen “busco empleo”. No sólo las empresas están colocando lo que necesitan, pues las personas también están llamando la atención de los que emplean.
Hay páginas de anuncios, entre estas Corotos, que ya no sirven únicamente para comprar y vender bienes. Aprovechando el gran flujo de personas que accede a estos sitios en líneas, la desesperación por encontrar un trabajo y generar ingresos ha causado que la gente se ofrezca para un empleo, donde expresa a lo que está dispuesta, lo que sabe hacer.
Estas acciones son una muestra de la diversificación que ha presentado el sector. Al navegar por el portal ya mencionado, los anuncios más frecuentes tienen como asunto “busco trabajo como doméstica”.
El mensaje de Maribel, una joven que aprovecha el internet para tocar puertas, cita lo siguiente: “Hola. Dios te bendiga. Busco empleo de doméstica de lunes a viernes con dormida. Soy de Yamasá y cristiana por la gracia de Dios. Tengo 25 años. Tengo experiencia y referencias; OJO de lunes a viernes con dormida. Lean bien, por favor, antes de llamar. Muchas gracias a todo aquel que me tome en cuenta. Dios les bendiga más”.
Ahora los que ponen las exigencias son los desempleados.