NUEVA YORK. En una fiesta exclusiva e íntima en la Semana de la Moda de Nueva York, Katy Perry dedicó una canción no a los maravillosos diseñadores o a las modelos perfectas sino a sus asistentes.
Perry terminó su concierto de 30 minutos en el Hotel Plaza el miércoles con su éxito inspirador “Firework”. Antes de interpretar la pieza le dijo al público: “Siempre me siento como una marginada o una oveja negra porque ya no tengo la talla de un maniquí”.
Después le dijo a los invitados, “la siguiente canción es una canción que quiero que recuerden cuando están haciendo sus cosas en el día y de pronto se les rompen los pantalones, se les caen dos curitas del talón, estás sudando y tienes café en toda la blusa, hablo de los asistentes”.
“Todos somos humanos”, dijo. “Todos empezamos de alguna manera”.
Perry se presentó en una fiesta de Harper’s Bazaar en honor a las mujeres en la moda.
“Chicas hagan ruido si están aquí”, gritó. “Ya casi termina la Semana de la Moda, pueden tomar lo que quieran”.
La cantante inició su presentación con “Roar” e interpretó otras piezas populares como “I Kissed a Girl”, “Teenage Dream” y “Dark Horse”.
Perry fue reconocida en el evento junto a Oprah Winfrey, Mariah Carey, Willow Smith, Jessica Chastain, Dakota Johnson y otras. Entre los asistentes estuvieron Kendall Jenner, Gigi Hadid, Rita Ora, Kate Upton, Jaden Smith y el cantante R&B Maxwell.
“Nos abriste el camino a muchos de nosotros”, dijo Perry de Carey.