La larga espera de la Asociación Instituto Dominicano de Cardiología (AIDC) para contar con un nuevo edificio que le permita ampliar su capacidad de atención a los cientos de pacientes que acuden allí diariamente, podría terminar este año y con ello poner fin al hacinamiento en que ofrece sus servicios.
La presencia de obreros trabajando desde hace semanas y la reciente visita de supervisión a los trabajos que hizo el ministro de Obras Públicas, Deligne Ascensión, reavivó la esperanza de los directivos de la institución de ver terminado el edificio anexo que se empezó a construir en el 2018, tras una promesa del entonces presidente Danilo Medina, durante una visita sorpresa realizada en el 2014.
Desde ese primer picazo a la fecha, se logró levantar un edificio de cuatro niveles, anexo a las antiguas instalaciones, justo en el área de parqueo, en el cual actualmente se realizan labores de terminación y se analizan mecanismos que le permitan establecer una comunicación directa entre ambas áreas.
La doctora Mayra Melo, directora del Instituto de Cardiología, explicó a Listín Diario, que la semana pasada el ingeniero Ascensión realizó labores de supervisión y que mientras conversaban le expresó que tiene el mayor interés de terminar esa obra antes de que finalice este año.
Dijo que se siente muy contenta de que ese centro que opera sin fines de lucro pueda contar con la anhelada ampliación y reconoció que los avances fueron frenados por situaciones técnicas que se han ido presentando desde su concepción, pero que desde que inició este año se ha estado trabajando en la obra.
La obra civil, explicó la doctora Melo, está prácticamente concluida y lo que faltan son las terminaciones. La construcción está a cargo de la compañía constructora INCAP, ganadora de la licitación hecha en el 2018.
Unas 70 nuevas camas
El anexo le sumará al Instituto de Cardiología unas 70 nuevas camas, entre ellas 29 salas privadas de una cama; 14 salas con capacidad de dos camas o semiprivados y tres suites. Además de dos nuevos quirófanos, que se sumarán a los tres existentes y una área de cuidados intensivos con siete camas, entre otras facilidades.
A pesar de la gran demanda de atención que tiene, el centro dispone de sólo 63 camas, que por lo general se mantienen ocupadas, por lo que muchas veces se ven precisados a mantener pacientes en el servicio de emergencia en espera de que se desocupe un espacio.
En hacinamiento
Mientras tanto, el hacinamiento en que los pacientes tienen que esperar por los servicios, se hace visible, mientras otros, tienen que esperar hasta días en el servicio de emergencia en espera de que se desocupe una cama de internamiento. A lo que se suma, la dificultad de acceso al centro y de encontrar donde estacionar los vehículos.
Esto, explicó la directora del Instituto de Cardiología, ha mermado la entrada de pacientes y afectado la productividad del hospital, ya que muchos pacientes han dejado de acudir al centro debido a las incomodidades de no encontrar parqueo o de no tener áreas adecuadas para la espera.
Además, se han convertido en una molestia para los vecinos debido a que tanto el personal como los usuarios no tienen donde estacionar sus vehículos.
Males cardíacos
Al Instituto de Cardiología los pacientes llegan desde diferentes sectores del Gran Santo Domingo, y otros referidos desde distintas provincias del país.
La mayoría de los que se atienden allí presentan problemas de hipertensión, tomando en cuenta que alrededor del 34% de la población adulta dominicana es hipertensa. A esta condición se le suma la diabetes, entre los que acuden al centro, la enfermedad coronaria, las miocardiopatías, colesterol y los eventos cardiovasculares, entre otros.
El Instituto de Cardiología ve más de 700 pacientes diarios, ha ingresado un promedio de 400 pacientes en lo que va de año; ofrecido sobre las 3,300 consultas y atendido unas 5,406 emergencias. Ha egresado, de su residencia de cardiología, 207 especialistas.
La obra
El inicio de la construcción, realizada en marzo del 2018, quedó sellado con el acto simbólico del primer palazo encabezado por entonces ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, acompañado de los entonces directores médicos del Instituto de Cardiología, Ernesto Díaz Álvarez y subdirectora, Mayra Melo; el presidente de la Fundación Dominicana de Cardiología, Danilo Núñez, y el director del periódico Listín Diario, Miguel Franjul, entre otros.