SANTIAGO.- Expectativas ha generado en distintos círculos comerciales santiagueros, la posible reacción violenta que este jueves puedan tener parte de los miles de negociantes afectados por el cierre del mercado de vendedores de Pueblo Nuevo, ordenado la semana pasada por el alcalde Abel Martínez.
Negociantes expertos revelan que alrededor de 200 a 250 millones de pesos, moviliza cada jueves el enjambre de vendedores y compradores haitianos y dominicanos de diferentes puntos de la nación.
Contrario a la superficialidad como se aborda la suspensión temporal del mercado, los beneficiados no sólo son los ofertantes y compradores, sino también, cientos de familias residentes en las calles en donde se desarrolla, que aprovechando las miles de personas que acuden cada jueves, han montado diferentes negocios obteniendo grandes ganancias para sus sustentos.
Ahora, en lo que están de acuerdo todos los que interactúan en el mismo, es que la multitudinaria feria debe ser regulada, de lo que siempre ha adolecido por parte de las autoridades del Ayuntamiento, lo que muy bien puede comenzar su implementación con la gestión del nuevo Alcalde Martínez.
