Existen tiendas virtuales de compras por Internet que son usadas para estafar

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Santo Domingo. A la hora de estar al frente de un dispositivo electrónico para realizar una compra vía internet, la mayoría de las veces no se tiene conocimiento de quién está del otro lado y cuáles son sus intenciones. Es por esto que ser precavido es la mejor opción para protegerse.

Testimonio

Jhoana Cabrera, quien acostumbra a realizar compras a través de internet, cuenta que recientemente fue víctima de una estafa de una tienda de celulares, la cual operaba por Facebook.

“Me contacté con los vendedores, a mi entender, con preguntarles los detalles del dispositivo era suficiente. Le deposité el monto de 10,000 pesos por Netbanking, y como me enviaron notas de voz, la dirección y el nombre del establecimiento, confié”, dice, agregando que al día siguiente vio que la habían bloqueado de Facebook y de Whatsapp. Fue entonces cuando entendió que la habían estafado.

“Pagué por la compra de un teléfono que no existía, con fotos usadas en otras estafas”, testifica Cabrera.

Al preguntarle cuál fue su reacción al darse cuenta del engaño, responde que lo primero que hizo fue llamar al banco para averiguar cómo podía recuperar lo perdido, pero el banco le informó que al realizar una transferencia voluntaria solo podía restringir la cuenta a la que hizo el depósito.

Continúa exponiendo que el banco le sugirió poner la denuncia. Al ir le comentaron que había un sinnúmero de casos similares al de ella y que lo que procedía era ir al Departamento de Investigaciones de Crímenes y Delitos de Alta Tecnología (DICAT). Luego de los procedimientos de lugar y la visible gestión de los encargados, aún no ha recibido buena respuesta, puesto que en el país la solución de este tipo de casos es un poco compleja.

A tomar en cuenta

El experto en tecnología Hiddekel Morrison aconseja como primera medida para la prevención de este tipo de estafas es no creer en las tiendas virtuales que tienen ofertas muy ajenas a las del mercado general y a las que insisten en un pago antes de recibir el producto.

Morrison recomienda investigar, ver referencias y comentarios o si la página fue creada recientemente. Agrega que si no hay valoraciones, ya hay un indicador para la desconfianza.

Adicionalmente, aconseja detenerse a ver la calidad gráfica de la publicidad, tanto en las características de las fotografías como en la ortografía. “La identificación de este tipo de fallos es una señal de muy poca profesionalidad”, concluye.