El albergue provisional habilitado en la Escuela El Túnel del sector Capotillo, Distrito Nacional, continúa operativo y brindando asistencia a las familias desplazadas por las crecidas del río Isabela, producto del huracán Melissa.
Según miembros de la Defensa Civil, 38 personas, que forman parte de familias vulnerables de la zona, permanecen recibiendo refugio y atención integral por parte de los organismos de protección civil. Además, el Ministerio de Salud Pública (MSP) se encarga de suministrar los medicamentos necesarios.
Para Carmen de los Santos, cada lluvia se convierte en una pesadilla. «Desde que llueve un chin tengo que salir corriendo con mis cosas y dejar algunas en la casa; a veces no sé qué hacer, pero es la única casa que tengo y no puedo dejarla abandonada», contó Santos con los ojos lacrimosos, mostrando sus ojeras por la falta de sueño.
Relató que debe salir huyendo de su vivienda con sus enseres y su hijo menor al hombro. «Ni al trabajo he podido ir porque si me despego de mis cosas, no sé si las pierda; mi ropa y la cama es lo poco que me queda», expresó, añadiendo que son noches sin dormir y días sin saber cuándo bajará el río.
Aunque en el centro educativo se les provee comida y lo necesario para su estadía, los albergados manifestaron sentirse incómodos por no estar en su vivienda, la cual, a pesar del peligro constante en cada lluvia, consideran su hogar.
Varias mujeres salieron temprano hacia sus casas para intentar rescatar y limpiar lo poco que la lluvia no había dañado.
Pese a que la tarea se volvía tormentosa por el lodo, la basura y la contaminación, secaban el suelo con la esperanza de poder recuperar pronto su espacio.
“Tuve que ir corriendo a mi casa a limpiar y ver qué salvaba; esta situación es incómoda y más cuando se tienen niños pequeños; tengo tres y me toca sacarlos cargados y con la ropa arriba para durar, sabrá cuántos días en el refugio”, comentó Mariana.
Intervención de Salud Pública
El doctor Jesús Suardi, director del Área Cuatro, que cubre el sector Capotillo, informó que el Ministerio de Salud Pública está ofreciendo medicamentos a las personas que tuvieron contacto con las aguas contaminadas.
“Les daremos antibióticos, eritromicina y doxiciclina. También vamos a inmunizar a las embarazadas con vacunas para que el bebé no salga afectado por el contacto con toda la contaminación”, detalló.
Según Suardi, 50 brigadas compuestas por enfermeras, médicos, epidemiólogos y personal técnico fueron desplegadas en la zona para visitar las casas, realizar levantamientos y suministrar medicamentos, vacunas, agua, mascarillas y cloro.
“Aprovechamos también para hacerle un llamado a las personas a que mantengan las áreas limpias, especialmente todos los envases que acumulan agua, que es donde se produce el dengue, como cacharros, vasos plásticos, vasos de jugo y otras vasijas. Además del cebo raticida, estamos dando abate”, agregó el médico.



