Santiago. Mientras un agente de seguridad insistía en que despejen el pasillo, una madre, entre decenas de otras, reclamaba con desesperación, que le atendieran de inmediato a su hijo, un infante que según ella, con dengue y la fiebre en 40 grados.
A su alrededor, decenas de madres con niños en brazos, paradas o sentadas en una de las seis filas de asientos repletas de la sala, esperaban para que les atendieran a sus vástagos.
A las 10:00 de la mañana del sábado, la emergencia del Hospital Regional Pediátrico Doctor Arturo Grullón acogía, cada cinco minutos, un nuevo paciente, que a falta de sillas desocupadas, esperaban de pie junto a la puerta a ser atendidos por el personal de salud.
Avanzando hacia el mediodía, de cada 10 personas que entraban, al menos dos salían, congestionando la salita de espera, donde el aire casi no se sentía y el único abanico disponible apuntaba hacia abajo, hacia los tres que recibían a los enfermos.
“Es que en todos lados hay niños, anoche nos despacharon con una fiebre en 38 porque no había camas”, expresa una mujer que, por una hora, esperaba de pie junto a la puerta a que su niño, con una fiebre de tres días y entre lágrimas, fuera atendido por los doctores, luego de visitar el hospital de Bella Vista y seguir de largo por no dar abasto.
La directora del Hospital Infantil, Mirna López, indicó que unos 25 niños se encuentran ingresados en sala y permanecen dos pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI); aunque continúan el aumento de las consultas por Emergencia, pero por procesos febriles, no solo por dengue.
La doctora López explicó que en lo que va de año solo dos pacientes han fallecido en el centro por dengue.
“Nosotros recibimos pacientes de casi toda la provincia del país: de Puerto Plata, Dajabón, Montecristi, Valverde, Santiago Rodríguez, Nagua, San Cristóbal de algunas provincia del Sur, como de Neiba, Barahona entre otras, no solamente por Dengue, sino también por otra patología”, dijo la directora Infantil Mirna López.
Dijo que en la actualidad por dengue se encuentran ingresados pacientes de Loma de Cabrera, la Vega y Santiago.
El área de Emergencia del Hospital de Niño Arturo Grullón de Santiago, se pudo constatar que el olor a vómito era un factor constante, pues los infantes, entre espera y espera, vomitaban uno y otros de manera constante. Durante una hora, la conserje, una mujer entrada en edad, pasó por del área de Emergencia, empujando a la gente unas tres veces a limpiar, decía que estaba cansada de hacer lo mismo, ni así alguna enfermera salía de la puerta de hierros que impiden el paso entre las madres desesperaba y el lugar donde solo dos médicos atendía a otros niños.
