Luego del descrédito público en que ha caído el PLD por el caso Odebrecht, sectores poderosos dentro de ese partido buscan la posibilidad de pegar otro tema que no sea el de la corrupción activa y pasiva del PLD y el PRD, logrando esta semana que recién finaliza poner otro tema en el tapete con la circulación en las redes sociales de unos supuestos desplazados de haitianos que vienen desde Haití hasta la República Dominicana, cruzando por la frontera de manera ilegal.
Un grupo de muertos de hambre bocinas y voceros del mal, ya salieron a la luz pública alegando que hay una invasión a la República Dominicana por parte de los Haitianos, pero no han dicho que el mal de la República Dominicana y la peor de las invasiones la produce la corrupción imperante que hay en el país, patrocinada por el PLD y PRD, que son los engendros malignos y el cáncer moderno de la política Dominicana y Latinoamericana.
La miseria económica que atraviesa la Nación Dominicana impide que muchos sus pobladores puedan pensar libremente, provocando que la ingenuidad sea masiva y que cualquier temita sin ninguna importancia o relevancia tumbe otro que sea relevante y de peligrosidad.
En la actualidad en el Continente Americano algunos países sufren cambios en sus leyes migratorias, poniéndose la situación muy difícil para los dominicanos que residen en esos países y ninguno de los que están de este lado quisiera que algo le suceda a un dominicano o que sean maltratados o humillados, así mismo tampoco se quiere que otros seres humanos de la nacionalidad que sean puedan ser menoscabados en sus derechos naturales, de ahí que el tema migratorio es muy complejo y no puede ser tratado al azar con racismo u odio.
Diariodespertar.com, proclama los derechos del hombre y de la mujer, el goce y disfrute de los derechos humanos para cada ciudadano residente o transeúnte en la República Dominicana, advirtiendo que la supuesta invasión de haitianos es un plan preconcebido, tendente a sacar de circulación a otros temas, aun cuando por parte de los encargados de la custodia de la frontera, sea necesario aplicar las leyes y endureciendo los controles, pero siempre respetando la dignidad humana que es lo último y lo único que debe proteger a un hombre o mujer sin importar su nacionalidad.