Puerta frontal del Parque Radhamés en San Cristóbal
EDITORIAL
El parque Radhamés Trujillo, antes de ser destruido en su totalidad y convertido en un sucio cementerio de basura y maquinarias, era un parque ubicado en la zona urbana de la Provincia de San Cristóbal, en la República Dominicana, en la cercanía de lo que fuera el Mercado Modelo, en las inmediaciones del palacio de justicia. Fue diseñado por el arquitecto dominicano, Henry Jean Edward George Gazón Bona e inaugurado por Rafael Leónidas Trujillo en febrero del año 1944, en honor a su hijo de dos años, Leónidas Radhamés Trujillo Martínez, que había nacido el 1 de diciembre del 1942 y su padre el tirano dominicano, quería darle ese regalito de idolatría personal de su régimen.
Puerta lateral del Parque Radhamés en San Cristóbal
Ese parque desde su nacimiento ha sido objeto de ataque para su destrucción y desaparición total, y es así como ningún alcalde o sindico, se ha preocupado por ese parque tan importante y que sirve de pulmón natural de la sociedad san cristobalense y del país.
Puerta lateral del Parque Radhamés en San Cristóbal
Un ejemplo del mal que ha asediado ese parque, ocurre en el año 2010, con el entonces alcalde de San Cristóbal, José Montás, quien por resolución municipal cambió el nombre de Parque Radhames, por el de parque Eugenio de Jesús Marcano, pero lo dejo lleno de basura.
Reinauguración del parque Recreativo, 2014
Luego en el año 2024 el alcalde Nelson de la Rosa, lo renombra, parque Eugenio Marcano de San Cristóbal, pero previo a todo eso, el 31 de agosto del 2014, el entonces alcalde Raúl Mondesí, en un acuerdo con el exministro de deporte Jaime David Fernández Mirabal, denominó el parque Radhamés, como Parque Recreativo, llevando unos cuantos hombres vestidos de muñecos que sería parte de la diversión y supuesta transformación que nunca ocurrió.
En la actualidad, el parque Radhamés, parque Eugenio de Jesús Marcano, Eugenio Marcano de San Cristóbal, Parque Recreativo o como le quieran llamar el montón de pendejos alcaldes, está totalmente destruido y se ha convertido en un centro de refugio de máquinas pesadas, un área de baños público, para que algunos munícipes asquerosos, desenfunden sus genitales y se orinen y defequen dentro y en los alrededores del parque, como si fuera una selva sucia, donde se nota en los barrotes de las verjas con pintura deshecha, la miseria más pendeja de una sociedad que no reclama, ni defiende sus valores patrimoniales culturales.
Además, hay ahí un gran cementerio de vehículos dañados y hecho chatarras, palas, motores, basura y un gran letrero del actual alcalde en el centro, que refleja que no se ha hecho nada ni se hará nada ahí, que adorna el contorno sucio y también lleno de mugre, basura y pinturas dañada de la construcción principal, lo que refleja la asquerosidad y la oscuridad de una gestión inservible en favor de la comunidad y los valores culturales de san Cristóbal y la República Dominicana y una sociedad enferma que no reconoce que es imposible vivir sin una habitad sana.