Bloomberg News.-El Banco Mundial pronostica que la economía latinoamericana se estancará en 2016 en tanto países dependientes de las materias primas como Brasil y Venezuela arrastrarán a toda la región, neutralizando un desempeño positivo en México.
La producción en América Latina y el Caribe será floja este año, por debajo de un crecimiento del 2,1 por ciento pronosticado en julio pasado, según el informe sobre Perspectivas Económicas Globales del Banco Mundial publicado este miércoles.
Esto se debe a una perspectiva más floja para Sudamérica, particularmente Brasil y Venezuela. Se pronostica que Sudamérica se contraerá 1,1 por ciento en 2016, en comparación con el crecimiento de 1,7 por ciento que preveía el Banco Mundial a mediados de 2015.
Los precios en baja para todo, desde el petróleo hasta los metales y los productos agrícolas, han afectado a los países sudamericanos donde las materias primas representan 70 por ciento de las exportaciones. Sus países dependen más de los mercados mundiales de materias primas que el Caribe, América Central o México, cuyos destinos están más vinculados al fortalecimiento de la economía estadounidense.
Dado que Venezuela y Brasil todavía sufren de estanflación y agitación política, continúan siendo una fuente de riesgo para la recuperación regional, según el informe.
La economía de Brasil se contraerá 2,5 por ciento este año, en comparación con un pronóstico anterior del Banco Mundial de una expansión del 1,1 por ciento.
Venezuela se contraerá 4,8 por ciento, por debajo del pronóstico anterior del prestamista de una declinación del 1 por ciento. Emergerán de la recesión en 2017 y 2018, respectivamente.
Los pronósticos más optimistas para ambos países luego de este año parten de la suposición de que Brasil vuelve a anclar las expectativas inflacionarias y achica su déficit fiscal, disminuyendo la necesidad de políticas tanto monetaria como fiscal más ajustadas, y que una nueva composición en el Congreso de Venezuela aporta un cambio gradual hacia un “entorno macroeconómico más fuerte y favorable a la empresa”.
“Una desaceleración prolongada en una o ambas economías podría tener derivaciones negativas en toda la región”, dijo el informe.
Brasil sufre una recesión de dos años que se ha pronosticado como la más profunda desde al menos 1901, según datos del instituto nacional de investigación económica IPEA.
La regresión económica en Brasil tiene un impacto “moderado” en países vecinos, según el Banco Mundial, que redujo los pronósticos de crecimiento en 2016 para Bolivia, Colombia, Uruguay, Perú, Argentina y Ecuador. De éstos, sólo se prevé una contracción en este último.