SANTO DOMINGO. Con el cuchillo en la boca, sin margen de error y a un resbalón de caer al precipicio, las Águilas han jugado su mejor béisbol. El viernes golpearon con contundencia en el primer intento, dejaron al Licey demasiado tocado para reaccionar, y forzaron a lo nunca visto: un noveno partido entre ambos para definir el campeón.
El zurdo mexicano Irwin Delgado congeló los bates azules durante seis entradas de apenas dos inofensivos hits y Orlando Calixte produjo tres vueltas con doblete y hits para encabezar el triunfo 7-3 que empata a cuatro una serie final que los felinos tuvieron a punto de mate (4-2) el jueves.
El compromiso que definirá el campeón arrancará a las 8:00 p.m. de este sábado en el parque Cibao.
El abridor mexicano de los azules, Arturo López, fue castigado sin piedad con seis imparables y cuatro vueltas en apenas una entrada y un tercio para ser el derrotado.
En el primero amarillo, Juan Carlos Pérez y Zoilo Almonte ligaron hits por el central, Chesny Young sorprendió con toque por primera para llenarse las almohadillas. Llegó el doblete al derecho de Calixte que llevó tres al plato, y él luego anotó con imparable al centro de Ángel Franco para el 4-0.
En el cuarto, los de Manny Acta volvieron con otro ramillete que abrió el partido. Calixte abrió con incogible por el medio del terreno, Franco entregó el primer out con elevado al derecho, pero Johan Camargo pegó sencillo al derecho que volvió a poner hombres en las esquinas, y Francisco Peña sacudió imparable productor al izquierdo. Iván Piñeyro fue reemplazado en el montículo azul por Austin Fleet, que dominó a Rodríguez con elevado de foul, sin embargo Pérez conectó triple que llevó dos vueltas más al plato.
El descuento azul llegó en el séptimo, cuando Yamaico Navarro negoció base, y Mel Rojas despachó jonrón ante Delgado. En el octavo, Donovan Solano remolcó a Sergio Alcántara desde segunda, Navarro recibió base de Edgar García, pero Fernando Abad hizo out con elevado a Juan Francisco y ponchó a Rojas.
El relevista Josh Judy extendió su perfección al trabajar el noveno de una base. Los azules van por su corona 22 y los amarillos por su 20.