Recientemente, en el sepelio del fallecido Juan de los Santos, (Juancito Sport), para ser más especifico, durante la exhibición del cuerpo en la funeraria Blandino de la Abraham Lincoln, el Presidente Constitucional de la República Dominicana, Lic. Danilo Medina Sánchez, dirigió una amonestación al pueblo dominicano, en la cual llama a que la población se acerque a Dios, busque una iglesia y entiendan que existe mejores caminos, que el de provocar la muerte a alguien ó asimismo. Dijo el Presidente en estas declaraciones, que acercarse a Dios puede resolver los problemas y las frustraciones que envuelven a muchos dominicanos.
El día 24 de diciembre del año 2015, en una aparición pública con su familia, entiéndase el Presidente, su esposa y sus tres hijas, de nuevo llama a la población, a tener una cercanía con Dios, y a mirar el futuro de la nación con esperanza y fe.
Constituye una buena acción del Presidente, actuar de esa manera y realizar esos llamados, porque realmente la población está árida de fe, de Esperanza y de Paz, y cualquier gobernante objetivo y sincero, debe llamar a la ciudadanía a un reencuentro con el Señor.
Lucen sinceras las declaraciones y el llamado del Presidente, para que los dominicanos comprendan la necesidad de acercarse más a Dios y no existe la menor duda de que Dios mismo tomará en cuenta dicho llamado.
Al realizar el llamamiento, el Presidente reconoce el señorío y la soberanía del Dios creador y a la vez promueve en el corazón de las personas, los valores espirituales más correctos y comunes, y dicha acción debe ser ponderada como muy buena.
Ojala que la población pueda seguir el consejo del Presidente Constitucional, y comprender de una vez por todas, que sólo con la ayuda y guía de Dios, la República Dominicana podrá superar los grandes problemas que ha arrastrado desde su fundación.
Diariodespertar.com, pondera de manera correcta, el llamado del Presidente, y entiende a la vez, que debe convertirse en un clamor popular, las costumbres sagradas, porque así disminuye la violencia y la corrupción, aumenta la solidaridad y los buenos valores.